Se trata de grandes pozos naturales donde han aparecido desde fósiles de dinosaurios hasta armas antiguas
Fósiles de dinosaurios, restos humanos considerados los más antiguos de América y objetos de la cultura maya se escondían en cuevas y en las aguas de los cenotes mexicanos junto a rifles del siglo XIX hasta ser rescatados para una exposición presentada ayer en Ciudad de México. Los cenotes, los grandes pozos naturales (generalmente conectados con ríos subterráneos) de la península mexicana de Yucatán, eran conocidos por los mayas como ts'ono'ot o d'zonot , que significa 'caverna con depósito de agua'.
La antigua civilización mesoamericana les daba usos domésticos, pero también los utilizaba en rituales asociados con la lluvia, la fertilidad y la muerte, explicó Luis Alberto Martos, director de estudios Arqueológicos del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH).
Americanos de 11.600 años
El arqueólogo detalló que en las 200 piezas de la muestra hay restos de fauna pleistocénica, como un gonfoterio (especie de mamut), un caballo y un tapir prehistórico. También están los restos humanos más antiguos encontrados hasta ahora en América, pertenecientes a la llamada mujer de Najarón, hallados en un cenote de Quintana Roo (sureste de México), de 11.600 años de antigüedad, así como los de la mujer de la Palma, de 10.000 años.
Quintana Roo y el vecino estado de Yucatán, en el Caribe mexicano, albergan la mayoría de los cenotes del país, convertidos algunos en atracciones turísticas. De la cultura maya hay objetos que datan desde el año 150 antes de Cristo hasta la conquista española, en el siglo XVI, entre los que destacan tinajas, platos, vasijas, incensarios, portaincensarios, esculturas en estuco y objetos ornamentales de cobre, de jadeíta, de concha y de pirita.
De la época colonial se encuentran tinajas, y de mediados del siglo XIX, dos rifles que se cree fueron a parar a un cenote durante la guerra de Castas, una rebelión maya de esa época. «Cenotes y cuevas han sido muy saqueados a lo largo de la historia. Por mucho tiempo no se les prestó la atención adecuada ni se valoró toda la información que podía obtenerse de su estudio», reconoció Martos, quien explicó que la mayoría de los saqueos los perpetran buceadores que encuentran los objetos y se los llevan sin saber que son valiosas piezas protegidas.
Por ello, uno de los objetivos de la muestra es concienciar a la gente de lo importante que son estos espacios como fuente de investigación e información.
*Fuente. La Voz de Galicia.
Fósiles de dinosaurios, restos humanos considerados los más antiguos de América y objetos de la cultura maya se escondían en cuevas y en las aguas de los cenotes mexicanos junto a rifles del siglo XIX hasta ser rescatados para una exposición presentada ayer en Ciudad de México. Los cenotes, los grandes pozos naturales (generalmente conectados con ríos subterráneos) de la península mexicana de Yucatán, eran conocidos por los mayas como ts'ono'ot o d'zonot , que significa 'caverna con depósito de agua'.
La antigua civilización mesoamericana les daba usos domésticos, pero también los utilizaba en rituales asociados con la lluvia, la fertilidad y la muerte, explicó Luis Alberto Martos, director de estudios Arqueológicos del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH).
Americanos de 11.600 años
El arqueólogo detalló que en las 200 piezas de la muestra hay restos de fauna pleistocénica, como un gonfoterio (especie de mamut), un caballo y un tapir prehistórico. También están los restos humanos más antiguos encontrados hasta ahora en América, pertenecientes a la llamada mujer de Najarón, hallados en un cenote de Quintana Roo (sureste de México), de 11.600 años de antigüedad, así como los de la mujer de la Palma, de 10.000 años.
Quintana Roo y el vecino estado de Yucatán, en el Caribe mexicano, albergan la mayoría de los cenotes del país, convertidos algunos en atracciones turísticas. De la cultura maya hay objetos que datan desde el año 150 antes de Cristo hasta la conquista española, en el siglo XVI, entre los que destacan tinajas, platos, vasijas, incensarios, portaincensarios, esculturas en estuco y objetos ornamentales de cobre, de jadeíta, de concha y de pirita.
De la época colonial se encuentran tinajas, y de mediados del siglo XIX, dos rifles que se cree fueron a parar a un cenote durante la guerra de Castas, una rebelión maya de esa época. «Cenotes y cuevas han sido muy saqueados a lo largo de la historia. Por mucho tiempo no se les prestó la atención adecuada ni se valoró toda la información que podía obtenerse de su estudio», reconoció Martos, quien explicó que la mayoría de los saqueos los perpetran buceadores que encuentran los objetos y se los llevan sin saber que son valiosas piezas protegidas.
Por ello, uno de los objetivos de la muestra es concienciar a la gente de lo importante que son estos espacios como fuente de investigación e información.
*Fuente. La Voz de Galicia.
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