martes, 31 de agosto de 2010

Documental. Mayas (RTVE)

De nuevo posteo otro video documental, por su gran calidad; para mí es de los mejores documentales que he visto sobre Mayas. El documental, emitido en la 2 de la RTVE, (Radio Televisión Española), englobado dentro de la serie de Historia de América Latina, publicado en la red el 29-08-2010, realiza un recorrido, de forma bastante rigurosa, por la cultura Maya, desde el Preclásico hasta el periodo Colonial, aunque lo cierto es que se centra, sobre todo en el periodo Clásico. Sin embargo trata algunas cuestiones "problemáticas" como la cuestión del calendario, sistema numérico, colapso maya, ... sin embargo siempre hay algunos puntos de vista que son discutibles. Les animo a que lo vean, lo analicen y lo disfruten.



http://www.rtve.es/mediateca/videos/20100829/historia-america-latina/862597.shtml

miércoles, 25 de agosto de 2010

Extraen esqueleto de 10 mil años


Se encontraba a 542 metros en el interior de una cueva inundada en Quintana Roo . Su colecta requirió casi tres años de estudios in situ para no perder información

Uno de los esqueletos humanos más antiguos de América, que vivió durante la Era de Hielo hace más de 10 mil años, fue extraído por especialistas mexicanos de una cueva inundada de la Península de Yucatán, junto con toda la información que guardó por siglos, y que revelará nuevos datos sobre el poblamiento del continente.

El Joven de Chan Hol, como ya se le conoce entre la comunidad académica por el escaso desgaste del esmalte de sus dientes —que indica corta edad—, es el cuarto esqueleto de uno de nuestros predecesores más remotos en el continente americano, estudiado dentro de un proyecto de investigación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Luego de casi tres años de estudios in situ, a fin de no perder información, la osamenta de Chan Hol fue traída a la superficie por un grupo de expertos encabezado por el biólogo Arturo González, coordinador del proyecto Estudio de los Hombres Precerámicos en la Península de Yucatán y director del Museo del Desierto de Coahuila, con la participación de los espeleobuzos Eugenio Acévez, Jerónimo Avilés y Luis Martínez, del naciente Instituto de la Prehistoria de América, bajo el auspicio del INAH.

El Joven de Chan Hol, así llamado por el nombre del cenote donde se encontró, fue “rescatado” cueva adentro a 542 metros de longitud y 8.3 de profundidad, en una caverna donde abundan estalagmitas y a la que sólo se llega por intrincados laberintos, también inundados y completamente oscuros.

Los antropólogos físicos de la UNAM que lo analizaron en superficie piensan que el cuerpo fue colocado en la cueva en una ceremonia funeraria realizada al final del Pleistoceno, cuando el nivel del mar estaba 150 metros más abajo, y antes de que se inundaran esas cavernas que, probablemente, el Joven de Chan Hol conoció y recorrió secas.

El esqueleto de Chan Hol fue colectado en 60 por ciento de su totalidad, con huesos representativos de las cuatro extremidades, vértebras, costillas y cráneo, así como varios dientes, lo que para los antropólogos físicos “es estupendo” ya que cuando se trata de ejemplares de 10 mil años generalmente sólo se encuentra el cráneo o la mandíbula y, con suerte, un 20 o 30 por ciento de la osamenta.

Junto con los esqueletos de la Mujer de Naharon, La Mujer de las Palmas y El Hombre del Templo, descubiertos también en el interior de cuevas inundadas cercanas a Tulum en años recientes, el Joven de Chal Hol es pieza clave para entender el poblamiento de América, ya que fortalece la hipótesis de que el continente americano se pobló a partir de varias migraciones provenientes de Asia.

Arturo González, especialista en paleobiología, detalló que estas cuatro osamentas, halladas en cuevas inundadas de Quintana Roo, “revelan migraciones procedentes del sureste asiático anteriores a las conocidas hasta ahora como grupos clovis, que habrían cruzado desde el norte de Asia, también por el Estrecho de Bering, al final de la Era de Hielo.

“Nuestros fechamientos —añade— han comprobado que las osamentas colectadas en estas cuevas pertenecen a individuos de grupos preclovis, y se enmarcan dentro de los escasos restos humanos del Pleistoceno Terminal americano, cuyas características físicas se asemejan a la gente del centro y sur de Asia, lo que sugiere diversas migraciones hacia el continente”.

El primer dictamen de antropología física, practicado por los antropólogos físicos Alejandro Terrazas y Martha Benavente, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, indica que se trata de un adulto joven posiblemente de sexo masculino; en tanto que la posición en que se encontraba: piernas flexionadas a la izquierda y brazos extendidos a ambos lados del cuerpo, la consideran una de las “novedades más interesantes por estudiar” ya que hasta ese momento no se había encontrado un esqueleto en postura similar.

Los huesos de El Joven de Chan Hol deberán reposar varios meses hasta consolidarse, antes de ser sometidos a estudios morfoscópicos (de la forma de los huesos y cráneo) para confirmar si comparte características morfológicas y físicas con los otros tres esqueletos extraídos de las cuevas; también comprobarán su antigüedad, sexo, causas de fallecimiento y edad al morir. Así mismo, se intentará una datación precisa por Carbono 14, y le aplicarán estudios de imagenología, es decir, tomografías para estudiar la composición, densidad y formas interiores de la estructura ósea.

Ancestros bajo el agua

La historia comenzó en 2006, cuando una pareja de espeleobuzos alemanes, de apellido Thursten, descubrió el esqueleto mientras reconocían la cueva de Chan Hol (hoyo pequeño en maya); entonces era un sitio recién explorado y ellos estaban buscando añadir más tramos a la “línea de vida”, es decir la cuerda guía que colocan los buzos para no perderse al interior de la cueva, cuando vieron los restos óseos. Dieron aviso al Centro INAH en Quintana Roo y de inmediato comenzó el registro.

Llevar al Joven de Chan Hol a la superficie no fue fácil. Desde que los Thursten lo encontraron, se necesitaron casi tres años de estudios arqueológicos y de antropología física in situ para llegar al día en que fuera posible sacarlo con los mínimos riesgos y la información intacta.

Los estudios incluyeron el registro fotográfico y en video de cada parte del esqueleto y su entorno; se necesitaron por lo menos 50 inmersiones de exploración en la cueva, durante las cuales se estudiaron todas las posibilidades de lo que ocurriría al mover la osamenta, porque cada centímetro de hueso y su contexto significaba una pieza irrecuperable con la que se deberá armar el rompecabezas de una historia milenaria.

La investigación la llevan a cabo el INAH, la UNAM, el Museo del Desierto de Coahuila, y el Instituto de la Prehistoria de América, a través de un proyecto —ahora interinstitucional— que nació hace 10 años en el INAH, durante el desarrollo del Atlas Arqueológico para el Registro, Estudio y Protección de los Cenotes de la península de Yucatán, que encabeza la pionera de la arqueología subacuática Pilar Luna.

La recolección de este cuarto esqueleto de la Era de Hielo, fue encabezada por el biólogo Arturo González, director del proyecto, con la participación de los antropólogos físicos Alejandro Terrazas y Martha Benavente, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, quienes desde la superficie dieron todas las indicaciones de cómo sacar los huesos sin perder información importante para la reconstrucción de su identidad.

En la profundidad de la cueva, González estuvo acompañado por los espeleobuzos Jerónimo Avilés, Eugenio Acévez y Luis Martínez. Cada uno cargó consigo 80 kilos, correspondientes a su equipo de buceo —tres tanques, válvulas, lámparas, snorkel—, más los implementos de registro: cámaras subacuáticas (dos de video y una de fotografía), un tripié, luces y tres cajas de plástico forradas por dentro con hule espuma para guardar los restos milenarios del Joven de la Era de Hielo.

La recolección se hizo en dos días de exploración, con un tiempo total de inmersiones de alrededor de cinco horas, durante las cuales se realizó el último registro. Los huesos se guardaron en bolsas herméticas con agua de la cueva, para no alterar la temperatura y acidez, y después, dentro de cajas previamente numeradas se trasladaron con minucioso cuidado hasta la superficie.

Junto con los huesos se colectó una estalagmita, de aproximadamente un metro de largo, que había caído sobre el húmero izquierdo del esqueleto, lo que para los antropólogos es un hecho relevante, ya que estas formaciones minerales no son propias de cuevas inundadas, lo que permite suponer que depositaron al hombre antes de que la caverna se llenara de agua, es decir por lo menos 10 mil años.

Arturo González detalló que en la Era de Hielo la península de Yucatán debió ser un pastizal desértico que con los cambios climáticos se convirtió en selva; los hombres que acompañaron al Joven de Chan Hol acudían a las cuevas a refugiarse de la intemperie; a buscar agua, filtrada entre las rocas después de la lluvia hasta el fondo de las cavernas más profundas.

Desde 2002 se han encontrado evidencias de esa vida: herramientas de piedra, hogueras, restos de animales extintos de la era del Pleistoceno, y también otros tres esqueletos humanos en situaciones similares a las del Joven de Chan Hol, a los que los científicos mexicanos bautizaron como La Mujer de Naharon, La Mujer de las Palmas y el Hombre de El Templo, cuyas antigüedades oscilan entre los 10 mil y 14 mil años.

El acomodo de dichos esqueletos, y ahora el Joven de Chan Hol, son indicio de que las cavernas también se usaron para enterrar muertos, pues las posiciones de los huesos de estos individuos no corresponden a un modo natural, sino a un arreglo humano post mórtem de carácter ritual.


*Fuente. INAH

martes, 24 de agosto de 2010

Gobernantes de Toniná referidos en inscripciones



• Apodado “Cabeza de reptil”, gobernó hacia 514 d.C., también parece combinar el nombre de un ave (Kohkaj?, nombre posible)

• K’inich? Sawan B’ahlam Yaxuun Tihl, apodado “Sotz’ Choj”, gobernó hacia 568 d.C.

• Chak B’alu’n Chaahk, murió hacia 589 d.C.

• K’inich B’ahlam Chapaht, gobernó desde 615 d.C., y fue contemporáneo de K’inich Janaahb’ Pakal, el célebre rey de Palenque.

• Yuhkno’m? Wahywal?, derrotado y posiblemente sacrificado por Palenque en 687 d.C.

• K’inich B’aaknal Chaak, el gobernante más poderoso de Toniná se entronizó en 688 d.C. Triunfó sobre Palenque y sus aliados en al menos tres distintas campañas militares.

• K’inich Chuwaaj? K’ahk’, usó el título de “joven príncipe”, ya que parece hacer sido entronizado con sólo dos años de edad, en 708 d.C. Su ejército logró derrotar a Palenque en 711 d.C. y capturar a su gobernante K’an Joy Chitam II.

• Señora K’awiil Kaan, murió en 722 d.C.

• K’inich Yich’aak Chapaht o “Garra de Ciempiés”, asumió el poder en 723 d.C. hasta al menos 739 d.C.

• Kawiil Yopaat?, es aún difícil ubicar al tentativo nuevo gobernante, dentro de la secuencia dinástica del sitio, pues se ignoran las fechas en que ejerció el poder, aunque una posibilidad sería entre 739 y 762 d.C.

• K’inich Tuun Chapaht lideró los destinos de la urbe hacia 762 d.C. Bajo su mando, Palenque fue nuevamente derrotado.

• K’inich ¿? Chapaht, gobernó hacia 787 d.C.

• K’inich Uh Chapaht, gobernó alrededor de 837 d.C.

• Un gobernante más del que se desconoce su nombre asumió el poder entre 901 y 909 d.C.

*Fuente. INAH

Identifican nuevo gobernante maya

En un fragmento escultórico con jeroglíficos mayas, especialistas lograron descifrar el denominativo de K’awiil, referido como señor de Po’, nombre original de Toniná. Esto aumentaría a 14 señores la línea dinástica hasta ahora conocida para esta antigua urbe que fue enemiga de Palenque

El nombre de un gobernante maya que hasta ahora no figuraba en la línea dinástica de la antigua ciudad de Toniná, en Chiapas, fue recientemente identificado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), a partir del desciframiento de una serie de jeroglíficos hallados en un fragmento escultórico. Con esta referencia aumentan a 14 los dignatarios registrados del linaje de esa urbe prehispánica que fue enemiga de Palenque.

Así lo dio a conocer el epigrafista Carlos Pallán Gayol, director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya), del INAH, quien explicó que el trozo de piedra contiene una serie de inscripciones en las que se lee el denominativo de K’awiil, referido como señor divino de Po’, nombre original de Toniná y que podría significar “blanco” en una antigua lengua mixe-zoqueana.

Las recientes investigaciones y trabajos de registro de monumentos realizados en la Zona Arqueológica de Toniná, en Chiapas, permitieron detectar en dicho resto escultórico el nombre (parcialmente dañado) de un gobernante que tiene como signo principal la cabeza del dios del relámpago, llamado K’awiil, seguido de otro signo que podría guardar cierta semejanza con una deidad de las tormentas, llamada Yopaat.

Carlos Pallán precisó que el alto rango de este personaje se infiere a partir del emblema que ostenta, con el título de "señor divino de Po’", cuyo uso era exclusivo de los gobernantes. Es posible que corresponda a un individuo masculino, difiriendo así de los nombres de tres señoras previamente identificadas como Ix Winik Timak K’awiil (madre del gobernante 9 de Toniná), Ix Muyal Chan K’awiil, de origen extranjero; e Ix K’awiil Kaan, quien parece haber gobernado en el sitio en el año 722 d.C.

El director del Ajimaya abundó que en coordinación con el doctor Juan Yadeun, encargado del Proyecto Arqueológico Toniná, a partir del estudio de inscripciones se ha podido reconstruir la línea dinástica de esta antigua ciudad maya. “Se trata de un listado que, tras incorporar la nueva evidencia que brinda el nombre glífico de K’awiil, aumentaría a 14 posibles gobernantes, todos asociados con el título de “señor divino de Po’”, y cuyos periodos en el poder abarcan un intervalo de cuatro siglos, que va de 501 a 909 d.C., aproximadamente”.

Pallán anotó que en dicha lista también se incluyen algunos sacerdotes de alto rango que desempeñaron un papel político importante, como Aj Ch’aaj Naah y K’elen Hix, quienes asumieron el control efectivo de Toniná durante momentos particularmente difíciles de su historia, como aquel que siguió a la derrota militar ante Palenque en 687 d.C.

Parte de estos conocimientos fueron dados a conocer recientemente en el taller práctico La historia antigua de Toniná, impartido por Carlos Pallán y Juan Yadeun a un grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), el marco de la conmemoración del décimo aniversario del Museo de Sitio de Toniná.

En ese sentido, el maestro Pallán explicó que uno los objetivos de las últimas temporadas de campo en este sitio arqueológico y del curso de Arqueología y Epigrafía de Toniná, ha sido reexaminar toda la evidencia epigráfica que pueda servir para reconstruir la historia del mismo.

Tal evidencia, dijo, se coteja con los recientes descubrimientos arqueológicos en Toniná, y con los avances en la documentación y en el desciframiento de los cientos de inscripciones y monumentos que allí se produjeron. “En éstos fueron registrados datos como las fechas de nacimiento, de entronización y de muerte de los principales gobernantes y sacerdotes, además de las guerras y capturas efectuadas durante sus reinados”.

Para ello, concluyó, se han usado técnicas novedosas como la toma de Imágenes de Transformación Reflectiva (RTI, por sus siglas en inglés), que a partir de una secuencia de 80-90 fotografías, permite generar una sola imagen cuya iluminación puede ser manipulada en forma interactiva, registrándose así detalles muy difíciles de captar a simple vista, fundamentales para un desciframiento más preciso de los jeroglíficos.

*Fuente. INAH

viernes, 20 de agosto de 2010

Hallazgo revela contacto Teotihuacan-Costa Grande

Miles de fragmentos de cerámica de estilo teotihuacano, con una antigüedad de más de 1,400 años, fueron hallados recientemente por arqueólogos en esa región guerrerense. El descubrimiento indica que la “Ciudad de los Dioses” no sólo tuvo relación con la cultura mezcala, sino también con tepoztecas, cuitlatecas y tomiles que ocupaban esa área

Cerca de seis mil fragmentos de cerámica de estilo teotihuacano, con una antigüedad de más de 1,400 años, fueron hallados recientemente en la Costa Grande de Guerrero por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta). El hallazgo revela que grupos prehispánicos tepoztecas, cuitlatecas y tomiles, que ocuparon esa área, tuvieron interacción con la “Ciudad de los Dioses” y no únicamente con la cultura mezcala como hasta ahora se conocía.

“Se trata de fragmentos de vasijas y cajetes con soportes anulares, algunos de los cuales tienen la efigie de Tláloc, dios de la lluvia, e incensarios tipo teatro, de un estilo netamente teotihuacano que no se habían visto antes en ninguna región guerrerense”, indicó la arqueóloga Rosa María Reyna, quien junto con su colega Elizabeth Galeana exploraron el sitio arqueológico El Embarcadero, donde se registró el descubrimiento.

“Este hallazgo abre nuevas interpretaciones sobre las relaciones de los Teotihuacanos con otras culturas, y al mismo tiempo impulsará más investigaciones sobre los sitios arqueológicos y sus culturas localizadas en la Costa Grande, que es una de las regiones guerrerenses menos estudiadas”, destacó la arqueóloga.

Lo anterior fue dado a conocer por la investigadora en el marco de la IV Mesa Redonda El Conocimiento Antropológico e Histórico sobre Guerrero, que se realiza hasta el 21 de agosto en Taxco, quien destacó que el hallazgo de estas piezas cerámicas, que corresponden al periodo Clásico Temprano (250-650 d.C.), refuerzan las escasas evidencias que se tenían de que la Costa Grande de Guerrero había sostenido relaciones culturales y comerciales con Teotihuacan en una época muy temprana.

“Hasta hace poco se sabía que Teotihuacan había mantenido interacción económica y cultural con la cultura mezcala —que se asentó entre 150 y 650 d.C., en el centro y norte de lo que hoy es Guerrero—, por las máscaras de piedra verde que se han encontrado en la “Ciudad de los Dioses”. Sin embargo, no se sabía de la interacción de los teotihuacanos con otras poblaciones asentadas en esta región de lo que hoy es Guerrero”, indicó la especialista

Rosa María Reyna detalló que luego de un estudio practicado en laboratorios del INAH, por la arqueóloga Gabriela Escamilla, se pudo determinar que 20 por ciento de la cerámica hallada en dicho sitio arqueológico —ubicado en el municipio de Coyuca de Benítez—, tiene un estilo teotihuacano que no se había encontrado en toda la entidad, ni siquiera en la región Mezcala, “lo que indiscutiblemente indica una relación muy cercana entre este asentamiento costeño con Teotihuacan”.

“Algunos de los objetos que no se habían visto son los incensarios tipo teatro, cajetes con soporte anular y vasos con soportes rectangulares, algunos de ellos con la efigie de Tláloc”.

La arqueóloga adscrita al Centro INAH Guerrero, comentó que en sitios de la Costa Grande como Soledad de Maciel y Tambuco, en años anteriores ya se habían encontrado algunos cuantos ejemplares de objetos cerámicos con estilo teotihuacano, principalmente cajetes, sin embargo, no se habían encontrado los incensarios tipo teatro que se localizaron en El Embarcadero.

En el foro académico bianual organizado por el INAH —y donde se reúnen 98 investigadores de diversas disciplinas para dar a conocer los avances de sus estudios sobre Guerrero —, Rosa María Reyna explicó que las regiones de la Costa Grande y la Mezcala se encuentran separadas por la Sierra Madre del Sur, y aunque los vestigios arqueológicos de una y otra son totalmente diferentes, ambos refieren que las dos tuvieron una interacción con Teotihuacan.

“La región Mezcala sostuvo relaciones principalmente comerciales con Teotihuacan, quien se interesó fundamentalmente en las máscaras y figurillas de piedra verde características de dicha región guerrerense.

“Mientras que en la Costa Grande se nota una mayor variedad y riqueza del intercambio comercial y cultural con Teotihuacan, como lo apuntan los miles de fragmentos de cerámica encontrados, y que también revelan que asentamientos como El Embarcadero adoptaron el estilo teotihuacano para producir sus vasijas”.

La arqueóloga abundó que los estudios también indican que muchos de los objetos hallados no fueron importados de Teotihuacan, sino que fueron hechos en esta región de la Costa Grande, con cerámicas locales pero siguiendo el estilo teotihuacano.

Finalmente, Rosa María Reyna señaló que las exploraciones arqueológicas hasta el momento efectuadas en el sitio arqueológico El Embarcadero, refieren que la influencia de la cultura teotihuacana sólo se dio en la producción cerámica, no así en su arquitectura, toda vez que no hay construcciones monumentales como en Teotihuacan.

*Fuente. INAH

miércoles, 18 de agosto de 2010

2011 Maya Meetings

Ya ha sido anunciado el Maya meetings del 2011. Que tendrá lugar entre el 23-27 de Marzo del 2011 y el cual llega por título: 2012: Time and Prophecy in the Mesoamerican World. Cuelgo la información que hay hasta el momento.


The Mesoamerica Center of the University of Texas at Austin is very excited to announce the 2011 Maya Meetings. Since 1977, The Maya Meetings at Texas have been at the cutting edge of research into the culture of the ancient Maya of Mexico and Central America. This annual conference draws scholars from a wide spectrum of relevant fields, as well as interested non-professionals, to interact creatively and share the most recent insights on Maya and Mesoamerican research.

The 2011 Maya Meetings will take place at the University of Texas at Austin.

The 2011 Maya Meetings Workshops will be held at the San Jacinto Conference
Center.
The 2011 Maya Meeting Symposium will be held at the Blanton Museum
Auditorium.

2011 Maya Meetings:

2012: Time and Prophecy in the Mesoamerican World

March 23-25, 2011
Workshops:
Beginner Hieroglyph Workshop, workshop leader Bruce Love
Advanced Hieroglyph Workshop, workshop leader Daniel Law
Popol Vuh and Iconography of Creation Workshop, workshop leader Allen
Christenson
Maya Calendar Workshop, workshop leader Mark Van Stone
Enrollment is limited to 30 participants per workshop.


March 26-27, 2011
Symposium:
Confirmed Speakers: Alfredo López Austin, Anthony Aveni, John Hoopes,
Leonardo López Luján, Katheryn Reese-Taylor, David Stuart, Karl Taube, and
Barbara Teadlock.

miércoles, 11 de agosto de 2010

2ª jornada del VIII Congreso Internacional de Mayistas

En la segunda jornada del VIII Congreso Internacional de Mayistas en la Mesa Plenaria 1, el Aula Magna, durante la sesión de la tarde dos de los más grandes especialistas en Mayas se vieron las caras: Nikolai Grube y Arthur Demarest. Era la cita más esperada por los allí presentes o por lo menos eso parecía si uno echaba un vistazo a las gradas tanto inferiores como superiores del aula, estaba completo. Ambos trataron el debatido tema del colapso Maya, Demarest fijándose en el proceso histórico que tuvo lugar en las áreas del Petexbatún y las zonas del Río Pasión donde finálmente Cancuén tomó el mando de las rutas comerciales fluviales dirigidas sobre todo hacia el Oeste alejándose de los enfrentamientos de las zonas de Petexbatún; aunque el orden establecido comenzará a diluirse a partir del siglo VIII. Por su parte Grube, nos dio a los asistentes su visión de lo que para él es el colapso maya; la desaparición del sistema establecido por los K'uhul ajaws y estas figuras será uno de los desencadenantes del un progresivo colapso que para él tiene dos partes, la decadencia del sistema de los señores sagrados y el progresivo abandono de las ciudades, un proceso que todavía está por explicarse.

Sin embargo, aunque ambos expertos se mostraron de acuerdo en sus planteamientos generaron toda una serie de comentarios entre los asistentes que ponían en entredicho estas ideas, resaltando la intervención de Alfonso Lacadena quien afirmó que realmente el sistema de ajaw no se termino en el clásico, llegando hasta la colonia; algo que fue puesto en entredicho por Grube al apostillar que ajaw no es lo mismo que K'uhul ajaw.

Lo dicho interensatísimas ponencias y posterior debate, veremos mañana que nos espera.

martes, 10 de agosto de 2010

Lucirán ajuares funerarios mayas

Lucirán ajuares funerarios mayas en Antropología

Por primera vez se mostrarán las joyas con que fueron enterrados seis gobernantes mayas del periodo Clásico (200-900 d.C.), incluidas las máscaras que revelan su rostro. Rostros de la divinidad. Los mosaicos mayas de piedra verde estará integrada por 147 piezas que provienen principalmente de Palenque, Calakmul, Dzibanché y Oxkintok.

Los ajuares funerarios con que fueron enterrados seis dignatarios mayas, hace más de mil años en templos prehispánicos de las ciudades de Palenque, Calakmul, Dzibanché y Oxkintok, serán mostrados por primera vez al público a partir del 12 de agosto en el Museo Nacional de Antropología.

En la Sala Culturas Indígenas, de dicho recinto, se recrearán los sepulcros de los seis soberanos mayas, que arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y otras reconocidas instituciones descubrieron y exploraron en las décadas de los años 80 y 90.

Bajo el título Rostros de la divinidad. Los mosaicos mayas de piedra verde, la exhibición estará integrada por un acervo de 147 piezas, en el que destaca un corpus de 13 máscaras funerarias mayas de piedra verde y un pectoral zoomorfo de concha.

Sofía Martínez del Campo Lanz, curadora de la muestra y responsable del Proyecto Máscaras Funerarias, que impulsa la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, informó que dicha exhibición deriva de este esquema bajo el cual, durante casi una década, se ha realizado la restauración de estas máscaras con el fin de devolverles sus atributos estéticos y su carácter ritual.

De las 13 máscaras, detalló, ocho corresponden a los rostros de dignatarios del periodo Clásico (200-900 d.C.) que contribuyeron al apogeo de las dinastías mayas, entre ellas la que portaba K'inich Janaab’ Pakal, quien dirigió la ciudad de Palenque, en Chiapas, entre 615 y 683 d.C.


Del resto de las máscaras de dignatarios mayas —de los que se desconoce su nombre—, tres corresponden a dos diferentes gobernantes de Dzibanché, y una más al de La Rovirosa, ambos sitios ubicados en Quintana Roo; otras dos corresponden al de Calakmul, en Campeche; y otra al soberano de Oxkintok, en Yucatán, lugar en el cual se halló también el pectoral zoomorfo de concha, que se incluye en esta exposición.

También, del conjunto de 13 máscaras funerarias, cinco muestran rostros de deidades que acompañaban las acciones de los señores mayas, y fueron dispuestas en las ofrendas como pectorales o cinturones ceremoniales.

De esta manera, destacó Martínez del Campo Lanz, la muestra reunirá por vez primera seis ofrendas funerarias completas pertenecientes a dignatarios mayas: una de Palenque, dos de Calakmul, dos de Dzibanché, y otra de Oxkintok, Yucatán, esta última que carece de máscara de piedra verde pero posee un mosaico zoomorfo de concha.

Máscaras, collares, anillos, brazaletes, petos, pectorales y figurillas ceremoniales conformaban el ajuar funerario con que fueron ataviados los gobernantes al momento de ser enterrados, piezas que se mostrarán tal y como fueron halladas por los arqueólogos junto con otros objetos de cerámica, concha y caracol, lo que permitirá comprender su simbolismo de acuerdo al orden en que fue dispuesto cada objeto en la ofrenda.

“A partir de que las tumbas fueron exploradas, las ofrendas se disociaron y los objetos se exhibieron en diversos museos, de tal manera que nunca se habían presentado en su conjunto de la forma en que fueron encontradas originalmente, por lo que no había sido posible hacer una lectura completa para comprender su significado preciso.

“La importancia de presentar los ajuares íntegros, radica en que cada pieza forma parte de un conjunto simbólico, sí se disocian pierden ese carácter”, comentó Martínez del Campo Lanz.

Las máscaras funerarias, por ejemplo –abundó la restauradora—, además de revelar el rostro de los gobernantes, tenían una asociación con lo divino, toda vez que los materiales de las teselas o mosaicos con que fueron hechas (jade, crisoprasa, caracol, concha, obsidiana y hematita espectacular) estaban reservados para representar lo sagrado.

“Es así que las máscaras funerarias representaban a la deidad pero con los rasgos del gobernante. De acuerdo con el antiguo pensamiento maya, era a través de ellas que el personaje enterrado tenía la posibilidad de trascender al cosmos en el momento posterior a la muerte”.

La curadora añadió que Rostros de la divinidad también incluirá otras máscaras ceremoniales de piedra verde halladas en entierros secundarios de Oxkintok, Dzibanché y La Rovirosa.

De igual manera, se exhibirá una alfombra funeraria creada con cerca de ocho mil caracoles y semillas, que hace mil 600 años formó parte del ajuar de un personaje de alto rango de la antigua ciudad maya de Calakmul. La pieza —de tan sólo 1 metro de largo por 25 cm de ancho aproximadamente— fue rearmada y restaurada por la propia especialista Sofía Martínez del Campo, entre 2008 y 2009.

“El propósito de esta muestra no es sólo dar a conocer al público los rostros de los gobernantes, sino que el visitante se adentre de algún modo en el universo de los antiguos mayas”, expresó la curadora, al referir que por tal motivo, en la exposición se presentará una serie de objetos introductorios y cédulas museográficas e información multimedia, que ayudarán a comprender el significado de estos objetos y la magnitud de los contextos funerarios de esta antigua civilización.

Luego de su presentación, durante agosto y septiembre, en el Museo Nacional de Antropología, Rostros de la divinidad viajará a Italia, para ser exhibida en el Museo Arqueológico de Nápoles, de noviembre a enero de 2011, posteriormente se mostrará en París, Francia.

La presentación de esta exposición es posible gracias al préstamo de piezas por parte de los museos Nacional de Antropología; Regional de Yucatán “Palacio Cantón”; los de sitio de Palenque y Toniná, en Chiapas, y de Pomoná, en Tabasco, así como de los fuertes de La Soledad y de San Miguel, en Campeche. Además de los museos Amparo, en Puebla, y los Centros INAH de Campeche, Quintana Roo y Chiapas.

La muestra permanecerá en exhibición hasta septiembre próximo, y puede visitarse de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas en el Museo Nacional de Antropología (Paseo de la Reforma y calzada Gandhi s/n, Chapultepec Polanco). Costo $51.00 pesos.

Quedan exentos de pago los menores de 13 años de edad, estudiantes y maestros con credencial vigente, personas con capacidades diferentes y adultos mayores. Los domingos la entrada es gratuita para todos los mexicanos.
*Fuente. INAH