lunes, 31 de agosto de 2009

Perú, siglo I


Descubierta una tumba mochica de 2.000 años de antigüedad en la zona donde se halló al Señor de Sipán

Un nuevo hallazgo arqueológico dará luz sobre los albores de la cultura mochica, una de las más importantes del Perú prehispánico, que se desarrolló en gran parte de la costa del país suramericano entre los siglos I y VI después de Cristo, mil años antes de que aparecieran los incas. Un equipo de investigadores, encabezado por el arqueólogo peruano Luis Chero Zurita, presentó la semana pasada el descubrimiento de la tumba de un noble guerrero mochica en un yacimiento al norte del país. Se encuentra en el complejo arqueológico de Huaca Rajada-Sipán, donde en 1987 fue hallada la tumba del Señor de Sipán, el primer enterramiento de un noble precolombino hallado intacto en Perú.


Hasta el momento, los investigadores de la Unidad Ejecutora Naylamp, que trabajan en una húmeda excavación a 11 metros de profundidad, sólo han descubierto parcialmente la tumba, pero ya han adelantado que se trata de una de las sepulturas más antiguas halladas en la zona, en la región costera de Lambayeque y que probablemente pertenece a un noble guerrero de la etapa fundacional de la dinastía de Sipán. Los investigadores esperan comprobar con este hallazgo la hipótesis de que Huaca Rajada fue desde sus antiguos orígenes un gran centro ceremonial de los mochicas.


El personaje hallado, que fue enterrado con la cabeza orientada al este, medía 1,65 centímetros de estatura y murió cuando tenía cerca de treinta años. Los arqueólogos han hallado un tocado decorado con la cabeza de un felino y unas figuras de barro con forma de búho, que presuntamente representan la sabiduría y que fueron colocadas en el sepulcro como ofrenda fúnebre. Estas figuras demuestran que "Sipán desarrolló una cerámica de buen acabado en sus inicios", explica Luis Chero, director del museo de Huaca Rajada-Sipán.


En declaraciones a Reuters, Chero señala que ya han podido apreciar partes de las extremidades superiores e inferiores y de la columna del guerrero, aunque aún no pueden definir su cráneo, "porque justamente es ahí donde tiene la corona, [lo que] significa que es un personaje de estatus". "Estamos en los primeros niveles, todavía nos falta seguir excavando, no sé qué sorpresa nos deparará", añadió.


Según el arqueólogo, tras el proceso de restauración de las osamentas y ornamentos, el personaje descansará en el museo del complejo arqueológico.


El hallazgo de la tumba del Señor de Sipán, que fue enterrado en el siglo II después de Cristo, fue comparado por los expertos con el descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Por primera vez se encontraba una tumba completa, que no había sido profanada por los buscadores de tesoros, lo que permitió a los investigadores estudiar los rituales de enterramiento de la cultura mochica.


Lo que encontraron fue fascinante. El cuerpo del gobernante, cubierto con piezas de oro, estaba flanqueado por los de otros dos jefes. A la cabecera y a los pies, dos esqueletos femeninos, que según los investigadores podrían ser los de su esposa y su concubina, y el de un perro. Dos guardianes con los pies cortados, para que no huyeran, protegían la tumba. Todos fueron sacrificados, probablemente con veneno, tras la muerte de este noble, y enterrados junto a él en tres recintos piramidales.


El nombre de Sipán, elegido por los arqueólogos para bautizar al gobernante por el lugar en el que fue descubierta su tumba, procede del idioma de la cultura mochica, que aún se habla en algunas aldeas, y los expertos afirman que significa "casa o templo de la Luna" o "casa de los señores". Desde 1987 se han hallado otras tumbas en el yacimiento, repletas de objetos de oro y multitud de piezas de cerámica que reproducen todo tipo de situaciones cotidianas en esa cultura.


*Fuente: El País

sábado, 29 de agosto de 2009

Nuevas "visitas guiadas"

Aprovechando la publicación, por parte del INAH, de un nuevo recorrido virtual: la zona arqueológica de Malinalco, en México, incorporo al blog otro link directo: el paseo virtual por Chichén Itzá. No perdais esta oportunidad que nos ofrece el INAH de conocer dichos conjuntos sin tener que salir de casa, sin duda un gran iniciativa. ¡ Disfrutad del paseo !

http://culturainah.org/panorama360/malinalco/index.html

http://culturainah.org/images/stories/panorama_360/chichen/index.html

miércoles, 26 de agosto de 2009

INAH interviene murales de Teotihuacán

Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) intervinieron dos murales de la zona arqueológica de Teotihuacán, con el fin de eliminar el soporte artificial sobre el que fueron montados hace medio siglo, lo que aligeró más de 50 por ciento su peso.

Se trata de los frescos Jaguar reticulado y Personajes en procesión, frescos que datan del 200 al 500 d.C., los cuales gracias a esta intervención pasaron de tener un peso de 200 kilogramos a 100, explicó el INAH en un comunicado. Aunque proceden de los conjuntos de Zacuala y del Sol, de Teotihuacán, Estado de México, a mediados de los años 50 e inicios de los 60 del siglo XX las obras fueron desprendidas de sus muros originales debido al deterioro que presentaban. Entonces, con un soporte laminado, pasaron a los acervos del Museo Nacional de Antropología (MNA).


Recientemente estas creaciones, con una antigüedad que supera los mil 500 años, fueron intervenidas en el Taller de Obra Mural de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH, explicó. En el lugar, añadió, una veintena de alumnos de octavo semestre, coordinados por las restauradoras Margarita López Fernández, Irlanda Fragoso y Roxana Govea, atendieron su problemática.


De acuerdo con López Fernández, luego de analizar su condición se concluyó que los soportes artificiales sobre los que estaban dispuestos los murales "repercutían en la estabilidad de las obras y no eran los más adecuados en caso de traslado". Los distintos procesos a que fueron sometidos los murales prehispánicos permitieron reducir en más de 50 por ciento su peso, al sustituir los montajes.


El fresco Jaguar reticulado, proveniente del Conjunto de Zacuala y con varios faltantes, mide 1.93 x 1.0 metros. Con una paleta que incluye el azul, el verde, el rojo y el amarillo, su simbolismo está asociado a la fertilidad, al agua y la guerra, pero también al Sol. Mientras que Personajes en procesión (2.21 x 1.36 metros), procedente del Conjunto del Sol, mural en el que se observan varios individuos que participan en un acto religioso, es menos "rico" en cuanto a su cromática, en la que destaca el rojo y líneas en un tono rosado, lo que hace suponer que es de una fecha distinta al primero.


López Fernández dijo que, por su complejidad, colorido, resistencia de sus técnicas y variedad de sus diseños -ya que es una producción que abarcó cientos de años-, el teotihuacano "es uno de las mejores ejemplos en lo que concierne a la manufactura de pintura mural en la historia de la humanidad. En su producción se ha identificado el uso de la cal, con gran conocimiento de sus propiedades". Expuso que "aunque su técnica implicaba la aplicación de la pintura sobre un aplanado fresco (lo que permite que los pigmentos sean incluidos en la matriz cristalina que se forma al fraguar la cal y dar mayor resistencia a la capa pictórica), estudios recientes han planteado que hubo una mayor variedad de pigmentos, y probablemente el uso de algunas sustancias orgánicas para el desarrollo de las imágenes".

El cambio de los soportes del ambas obras ha implicado un estudio acucioso por parte de los expertos de la ENCRyM, así como de los investigadores Sergio González García y Laura Filloy Nadal, del MNA, sobre los sistemas de montaje creados para este tipo de obras a lo largo del tiempo. A partir de este proyecto se definirán nuevos criterios para el tratamiento de pinturas murales, en caso de que necesiten algún apoyo artificial para su preservación o que lo presenten hoy en día. Al respecto, la capa pictórica de los frescos prehispánicos mencionados se montó hace más de 40 años sobre resinas sintéticas y estructuras metálicas, que además de volverlos más "pesados" produjeron tensión por parte de la obra mural.


Margarita López puso como ejemplo que en el caso de Jaguar reticulado, "la sustitución del montaje requirió de varias pruebas y así fue posible determinar la viabilidad de separar la lámina de la resina sintética. Para lo anterior se aplicó calor localmente, además de efectuar movimientos controlados y suaves de palanca". Mientras que Personajes en procesión, anotó que, debido a que la escena es más completa, no fue necesario desmontarse y sólo se sustituyó la estructura metálica por un bastidor ligero y más eficiente. Asimismo, se llevaron a cabo labores en puntos específicos de la capa pictórica que presentaban deterioro.


La académica de ENCRyM concluyó que en próximas fechas los murales regresarán al Museo Nacional de Antropología.


*Fuente. El Universal


martes, 25 de agosto de 2009

Antiguo mapa revela historia de Mesoamérica


Un antiguo mapa, pintado por indígenas mexicanos a mediados del siglo XVI, se ha convertido en una pieza clave para conocer los viajes de los pueblos mesoamericanos desde su tierra originaria en Aztlán hasta América Central, según el doctor David Carrasco, de la Universidad de Harvard.
"Cinco años de investigaciones y escritos (2002 al 2007) por 15 eruditos en historia mesoamericana demuestran que este documento, el Mapa de Cuauhtinchán 2 (or MC2), con más de 700 imágenes a color, revela algo así como la Odisea y la Ilíada de Meso-América", dijo Carrasco en una conversación telefónica.

"Este mapa revela las historias sagradas, las peregrinaciones, las guerras, la medicina, las plantas, los matrimonios, los rituales y los héroes de la comunidad de Cuauhtinchán, es decir, el Lugar del Nido del Águila (hoy en el estado de Puebla, México)", agregó.

El Mapa de Cuauhtinchán mide 109 por 204 centímetros y se pintó sobre papel amate probablemente hacia 1540, sólo dos décadas después de la conquista española de México.
Por medio de imágenes y símbolos (pictogramas), el mapa cuenta la historia de los antepasados de los pueblos mesoamericanos en Chicomoztoc (o Lugar de las Siete Cuevas), seguida por la migración hasta la ciudad sagrada de Cholula y la fundación de Cuauhtinchán (probablemente en 1174).

El propósito del documento parece que zanja una disputa entre los nativos y los conquistadores sobre la propiedad de las tierras en Cuauhtinchán y en zonas aledañas, como resultado del proceso de evangelización que comenzó a partir de 1527 y que se intensificó en 1530 con el inicio de la construcción del primer convento en esa localidad, que aparentemente llevó a desmantelar el templo indígena.

"La historia comienza en una ciudad sagrada bajo ataque y sigue con la gente de Aztlán que viene a rescatar a la ciudad y que como recompensa recibe la licencia divina para viajar una gran distancia hasta encontrar su propia ciudad en la tierra prometida. El peregrinaje se realizó bajo la guía de sacerdotes, guerreros y divinidades", explicó Carrasco. Esa ciudad sagrada y la tierra originaria de Aztlán estarían en lo que hoy es el suroeste de Estados Unidos.

El documento permaneció en Cuauhtinchán hasta 1933, año en que pasó a un museo regional y más tarde a manos de un arquitecto. En 2001, la benefactora social Espinosa Yglesias adquirió el mapa y poco después contactó al Centro de Estudios Latino Americanos en Harvard para averiguar quién podría analizar el mapa. Harvard eligió a Carrasco. El resultado de los cinco años de estudios multidisciplinarios fue la publicación (en inglés) de un libro de 479 páginas, La cueva, la ciudad y el nido de águila, que Carrasco editó junto a Scott Sessions. Carrasco anticipa que en 2010 la Universidad de Nuevo México, que publicó la versión original, editará la versión en español.

"Este mapa y el libro que hemos publicado para descifrarlo constituyen una renovación en nuestro entendimiento de los códices mesoamericanos y de las tierras sagradas de esa región", dijo Carrasco. Ese nuevo entendimiento tiene consecuencias políticas y sociales actuales.

"Este mapa es un corredor de enlace con la identidad y la política de los méxico-americanos, es decir, del pueblo chicano, con el arte, los rituales y las prácticas filosóficas de los mexicanos prehispánicos", aseveró.

Para este catedrático, "la insistencia por parte de eruditos y activistas méxico-americanos en reclamar a Aztlán como su símbolo se ve fortalecida por la historia que cuenta este mapa, ya que reubica a los mexicanos en Estados Unidos dentro de una más amplia historia de migración, de interacciones étnicas, de religiones y de rituales".

Según Carrasco, MC2 enlaza a los chicanos "con las tierras donde tuvo lugar la lucha por la libertad y por los derechos ante la opresión". El doctor Ramón Del Castillo, poeta y director del Centro de Estudios Chicanos en el Colegio Estatal Metropolitano de Denver (MSCD, en inglés), concuerda con Carrasco.

"El Mapa de Cuauhtinchán ha revitalizado el concepto de Aztlán (como tierra original de los antepasados de los mexicanos) y esa idea ya no es un mito sino una realidad". "Del Castillo tiene razón. El mapa, pintado por un artista que heredó las técnicas prehispánicas y la genialidad de México central, contiene las imágenes más vivas de Chicomoztoc (Lugar de las Siete Cuevas), asociado con la tierra originaria conocida como Aztlán", expresó Carrasco.

Esas imágenes muestran a los dioses y las diosas saliendo de las "siete cuevas" en el pasado mítico y eventualmente dando origen a los antepasados de los indígenas de México.

Tal es la conexión de este mapa con los chicanos que Anthony Aveni (arqueo-astrónomo de la Universidad Colgate) y Laana Carrasco (una periodista independiente de Massachusetts) publicaron un libro para niños en el que cuentan la historia de mellizos méxico-americanos de 10 años que "viajan en el tiempo" y peregrinan junto con sus antepasados cien años antes de la llegada de los españoles.

Este libro infantil, basado en MC2 e ilustrado por dos artistas mexicanos (Carmen Parra Velazco y Jesús Chávez), "conecta muchas de las preocupaciones y esperanzas del Movimiento Chicano actual con la cosmología y la vida de los antiguos indígenas mexicanos", dijo Carrasco.
Junto con sus estudiantes y su equipo interdisciplinario, Carrasco continúa estudiando los objetos sagrados y las numerosas plantas que aparecen en el mapa.

"Este mapa es un tesoro para los académicos porque revela con esplendor artístico y en detalle la manera de vivir de una comunidad indígena que expresó su propia narrativa en medio de un serio conflicto social", concluyó.

*Fuente. El informador

martes, 18 de agosto de 2009

Bienes económicos del Temple. II

Segunda parte de la entrada comenzada la semana pasada con la cual termino el artículo sobre el poder económico de la Orden del Temple.



Patrimonio Templario de facto


Una vez que el inicial patrimonio templario sostenido a base de donaciones se asienta, la orden aprovechará su potencial económico para ir adquiriendo territorios que serán administrados por ellos mismos. El temple ya no sólo acumula recursos, sino que explota territorios, los trabaja, los comercializa y los exporta, establece rentas; los templarios se han convertido, a través de muchas encomiendas, en agricultores, en ganaderos, en viticultores, finalmente son empresarios. Todo esto se suma a los derechos de diezmo, cobro de peajes, etc que la orden ha adquirido con el paso de los años lo que vuelve a generar conflictos con otros organismos puesto que lo que se suponía que era una orden monástico-militar se ha convertido en una potencia a todos los niveles y esto genera desconfianza[1]. Así desde muy temprano, pasados unos 20 años desde su formación, el temple acumula posesiones tanto en occidente como en oriente, territorios, edificios, barrios dentro de las ciudades, iglesias etc.


Esta organización económico-administrativa que adquiere el temple permite que su actuación financiera sea excelente (cabe destacar la ayuda monetaria que el temple realiza al rey de Francia durante la Segunda Cruzada ya que se estima que el préstamo ascendió a 30.000 livres parisis y 2000 marcos de plata) y de esta manera los templarios empiezan a ser conocidos como los grandes banqueros de su época. Por ejemplo durante la cruzada de Luis IX, Yolanda de Borbón obtiene un préstamo del Temple, siendo abalados por Luis IX, por importe de 10.000 besantes de oro que a su vez el Temple obtuvo de banqueros italianos con el compromiso de devolver en Francia la cantidad equivalente a 3.750 liras tornesas en la feria de Lagny. En este sentido, a pesar de lo mucho que se ha repetido en diversas publicaciones, es cierto que el temple favorece la evolución de las prácticas financieras estableciendo créditos, préstamos… pero no es totalmente cierto que fuesen ellos los creadores de otro recurso financiero, la letra de cambio. La letra de cambio tiene su origen en la Toscana alrededor del siglo XIII y no fue el temple quien la inventó sino los banqueros italianos. El temple, una vez conseguida su estabilidad económica, juega el papel de “administrador general”, es decir, el temple administra ya no sólo sus propios bienes sino que genera una cartera de clientes amplísima abarcando todos los estratos sociales, desde el campesino hasta el mismísimo rey.


A finales del siglo XII el temple esta capacitado para adquirir posesiones gracias a su propio dinero, así Ricardo Corazón de León les vende Chipre (se estima que los templarios la comprarían por 100.000 besantes sarracenos, siendo su pago inicial de unos 40.000), pero a causa de las revueltas sociales se ven obligados a devolver la posesión a la que no volverán hasta pasado cierto tiempo. En Tierra Santa el temple adquiría fortalezas y enclaves estratégicos, así en 1260 Julian de Sidón les vende la ciudad de Sidón y el castillo de Beaufort con el que dominaban el valle de Litani. La fortaleza de Chateau-Pélerin, también conocida como Athlit, estaba también en manos Templarias desde comienzo del siglo XIII, otras serían Sabed, Baghras, Roche-Roiseel, Chastel Blanc (Safita) etc. También en la península Ibérica durante los primeros años del siglo XIII el temple ampliaba sus posesiones, así en 1220 aumentaban el señorío de Ascó, sobre el cual ya tenía derechos desde años atrás.


Pero esta bonanza económica no será perpetua y por ello durante la segunda Cruzada, el temple decide pedir ayuda monetaria a los altos cargos Europeos. No es de extrañar pese a las buenas condiciones económicas que mostraba la orden pues los gastos, sobre todo, en Oriente Próximo son elevadísimos, algo que se mantendrá durante los años posteriores, provocado por, en cierta medida, los desastres militares (Hattin, La Forbie,…) que protagoniza la orden (sobre todo a partir del siglo XII y sirva como ejemplo de este gasto pero también de la potencia económica de la que disponía la orden el dato que nos ofrece la Historia del reino de Jerusalén, la cual nos relata que en los momentos previos al desastre de Hattin, cuando el ejército cruzado se estaba preparando: …mil doscientos jinetes y siete mil soldados de infantería equipados por los templarios gracias al tesoro que había confiado al Temple Enrique II de Inglaterra...[2]). En este sentido, otro ejemplo del potencial templario pero a su vez del gran gasto que suponía mantener la actividad en Tierra Santa lo encontramos en la construcción de la fortaleza de Jafet, la cual les costó 11.000 besantes sarracenos y 40.000 más por su mantenimiento anual[3]. Lo que está documentado, pese al poderío económico de la orden y es algo que no se puede obviar, es que el temple a partir del siglo XIII sufrirá un cierto empobrecimiento, debido quizás, al elemento comentado anteriormente: los fracasos militares y las prácticas poco loables que la orden estaba desarrollando. Basándose en los Cartularios de Douzens, entre otros documentos como los de Provins[4], autores como: Carriere, Perriaux, Demurger, etc explican esta caída: la causa de este proceso de “recesión económica” se encuentra en la disminución considerable de donaciones que se produce en este momento, algo registrado en estos documentos, que podría explicarse como resultado de la deficiente situación (económica, social, cultural, etc) que está sufriendo la sociedad cristiana de la época. Esta tendencia, a la baja, queda reflejada en la situación de la orden en la península, algo que nos puede ilustrar sobre la situación general que se estaba viviendo; a partir de 1250 económicamente el temple no puede permitirse la actuación que llevaba a cabo en la reconquista hasta el punto de que en Aragón los templarios estaban escasos de caballos y el rey Jaime II reclamará una mayor actividad templaria, algo que no era posible. Sin embargo también se encuentran documentadas algunas donaciones importantes para este periodo, pero son casos puntuales, por ejemplo, en 1259 el Gran consejo de Venecia dona a los templarios 5.000 venecianas para la mejora de su casa. De todas maneras esta donación será utilizada para algo concreto y no influía en la delicada situación de la orden. También, en este periodo se documenta la donación realizada por el obispo de Huesca en 1289 en Torre de Segre, donde se forma una de las últimas encomiendas templarias y se adquieren posesiones como molinos, acequias, etc. En la región de Rouergue, (Mediodía Francés) donde los templarios estaban presentes desde el siglo XII, construye el Temple en 1249 el castillo y torreón para la defensa de Larzac, además poseían encomiendas y otras propiedades[5]. A pesar de estos casos aislados (aunque existen más), no debemos olvidar que nos encontramos en un periodo crítico para Tierra Santa, que será el foco principal donde acabarán todos los bienes de la orden; esto significa que la orden no se puede permitir mantener el mismo tipo de actividad que tenían hasta entrado el siglo XIII en ambos frentes; los gastos en tierra santa eran altísimos y esta se había convertido en su prioridad (además había casos en las que las donaciones monetarias que se realizaban especificaban que fuesen unicamente para Tierra Santa, Guido de Lusignan otorgaba, en su testamento, una cantidad de livres anuales para los templarios de ultramar). No me cabe duda de que en los momentos finales del temple, la orden vio muy alterada su capacidad económica y financiera pero lo cierto es que aún así la orden, continuaba, a comienzos del siglo XIV, otorgando préstamos y todavía eran muchos los deudores que les tenían cuentas que rendir. Incluso en 1302 el temple hizo el pago del rescate de Guy de Ibelin y su familia entregando la cantidad de 45.000 piezas de plata.


Por lo tanto, tras lo expuesto, aunque los gastos en Tierra Santa eran cada vez mayores y las donaciones ya no se sucedían como antes, la orden acumulaba una gran cantidad de riqueza contante y sonante; además del dinero físico que poseía, las propiedades materiales (o inmateriales pues Ricardo I, en su testamento, les hace entrega de uno de sus vicios, su orgullo) también formaban parte de las arcas templarias. De esta manera no creo que se pueda considerar una locura el afirmar que el temple, a lo largo de su historia, no puede ser considerado como una humilde orden militar si no que a luz de lo aportado aquí, creo que queda medianamente claro que desde sus orígenes la orden siempre dispuso de recursos económicos y materiales, unos bienes que con el paso del tiempo fueron en aumento, por distintas vías. Y es que la regla prohibía a sus miembros la posesión de bienes pero a su vez, permitía a la Orden acumular propiedades. Aún así no sería justo obviar que la orden sufrió elevadas pérdidas durante los momentos críticos de su devenir histórico pero gracias a la estructura administrativa creada y controlada por la propia orden, siempre hubo fases de una cierta recuperación. Todo ello dio lugar al mito del tesoro templario, un “tesoro” que en su mayoría provenía de las grandes ganancias adquiridas a través de sus múltiples encomiendas, de las donaciones y de su labor como administradores económicos; un tesoro que fue transferido a las otras órdenes militares (o a reyes y señores) y no a la corona francesa como Felipe IV deseaba y así se diluyó…




[1] Esto se debe sobre todo porque el temple va adquiriendo muchas exenciones fiscales y privilegios tanto reales como papales que le llevará a convertirse en, como muchos especialistas lo han denominado, cuasi estado independiente.

[2] Oldenbourg, Zoe, Las Cruzadas, Ed. Edhasa. 2003. Pág 500. Esta acción supuso un gran desembolso que sin duda repercutió a la posterior situación financiera de la Orden, pero fue una acción lógica teniendo en cuenta el desastre previo: la carga de Gerardo de Ridefort y el Maestre del hospital contra el ejército de Saladino que tuvo como resultado la muerte de cientos de cristianos. En cierta manera el temple debía subsanar esas pérdidas y los estados latinos de Tierra Santa estaban en su momento crítico.

[3] Lamy, Michel. La otra historia de los templarios. Ed Martínez Roca 1999. Pág 82.

[4] Demurger, Alain, Auge y caída de los Templarios, Ed Martínez Roca 1986. Pág. 203. En la segunda mitad del siglo XIII…ni siquiera diez donaciones en cincuenta años en la encomienda de Provins.

[5] La importancia estratégica de esta propiedad, en la cual confluían rutas comerciales, rutas de peregrinación, etc es una de las razones que nos explican la presencia templaria en la región y el por qué en la segunda mitad del siglo XIII el temple construye un castillo para la defensa de la zona. Capone, Bianca, Templarios en Rouergue, Revista Templarios nº 4. Ed Trentini 2002. Pág 25

viernes, 14 de agosto de 2009

Bienes económicos del Temple. I



*Imagen de Chastel Blanc


Desde hace muchos meses tenía ganas de realizar un nuevo artículo sobre la Orden del Temple, así que tras elegir un nuevo tema, desde hace unas cuantas semanas, me puse a preparar una nueva entrada en el blog que se centrase en dicho tema. Tras una serie de revisiones (y seguro que necesitaría bastantes más) me dispongo a publicar, en dos partes, una nueva entrada titulada: Bienes económicos del Temple. Como siempre, cualquier participación, consulta, crítica, corrección, etc serán bienvenidos. *Como finalmente me ha salido un poco extenso la siguiente parte la publicaré al comienzo de la próxima semana.

-Posesiones Templarias-


A lo largo de esta entrada voy a tratar uno de los temas más pesados y arduos, en mi opinión, del estudio templario. Sin duda, quien se haya interesado un poco por esta orden militar conoce de antemano la fama que tenía, la cual quizás fue uno de los desencadenantes de su final y es que el temple, además de orden monástico-militar, tenía una tercera vía eran buenos administradores económicos, eran banqueros, poseían un gran número de propiedades y según cuenta la historia era tal la cantidad de dinero que acumulaban que incluso el mismísimo rey de Francia, entre otros, quiso hacerse con el suculento botín y de ahí su final. De hecho, no era la primera vez que el rey (y otros personajes y organismos) debía pedir a los humildes monjes guerreros préstamos para solventar su maltrecha economía. Intentar llevar a cabo un estudio sobre el carácter económico de la orden, a través del conocimiento de sus múltiples posesiones, se me presenta como algo tan complicado que lo que intentaré realizar será una pequeña introducción a lo que podría ser un trabajo académico mucho mayor, pero eso ya son proyectos para los especialistas. No tengo acceso a las fuentes primarias (documentos originales, cartas, etc) para poder realizar fehacientemente este trabajo sino que bebo, sobre todo, de lo ya expuesto anteriormente por investigadores y especialistas en la materia, cuyo conocimiento lo han dejado plasmado en muchas de sus grandes obras. De esta manera e intentando seguir una línea cronológica coherente trataré la evolución de una orden que, supuestamente comenzó siendo pobre y que, finalmente, se convertiría en la más fuerte y envidiada, económicamente, de su tiempo.


Año 1118 dc, una nueva orden toma forma, una orden que romperá con lo establecido dando lugar a un nuevo estilo: Los pobres caballeros de Cristo. Ciertamente no fueron los primeros pues sus “hermanos” Hospitalarios ya existían desde años antes pero lo novedoso de esta nueva orden era su carácter militar. Son muchas las personas que durante años han defendido la idea de que la orden desde su primer momento era una orden pobre, austera, sin recursos económicos[1] y aunque no soy quien para negar estas afirmaciones si puedo mostrarme disconforme con los planteamientos. De hecho siempre que leo sobre este tema me pregunto si no se estará incurriendo en un error de documentación, de desinformación o que simplemente se está intentando agrandar el mito. Situándonos en el periodo en cuestión debemos recordar que entre sus fundadores había hombres de la nobleza y que además en cuestión de muy pocos años se unen a la iniciativa otros; por ejemplo, el Conde de Champaña. Asimismo Hugues de Payns pertenecía a la baja nobleza y a su vez era siervo del conde champañés. Quiero decir con esto que en sus primeros momentos no fueron gente campesina sin donde caerse muerta si no que era gente que ya poseía recursos de por sí, administraban propiedades, etc y que seguramente parte de esto (o todo) sirvió como base para los momentos siguientes a 1118. Para seguir haciendo hincapié en esta idea, tomando como referencia a los grandes cronistas de la época podremos comprobar algunas curiosidades, por ejemplo, Guillermo de Tiro en su obra declara que:


"El rey Balduino II quien había sucedido a su primo en la pascua de 1118, les proporcionó una base en su palacio, junto al lado sur del templo del señor...los canónigos del templo del señor les cedieron una plaza cerca de al-aqsa en la que podían seguir los oficios monásticos, al mismo tiempo que el rey, sus nobles el patriarca y otros prelados les otorgaban cierto número de beneficios, cuyos ingresos debían servir para alimentarlos y vestirlos..."


Es decir, desde el mismo momento de su fundación la orden del temple está recibiendo unos ingresos monetarios, por mínimos que fueran, que les ayudaban para mejorar su indudable maltrecha situación… y digo esto porque no dudo que su estado fuese lamentable, de la misma manera que lo era para muchos de los cohabitantes recién llegados a la región, pero eso no quiere decir que fuesen pobres. En este sentido cabe resaltar la primera gran donación que reciben los Pobres caballeros de Cristo, la residencia en la mezquita de Al-qsa, ¡ que mayor privilegio que ese !. Sin embargo si tomamos a Fulquerio de Chartres comprobamos que:


"los francos (alusión a los caballeros de cristo) no disponían de suficientes recursos para atender apropiadamente al mantenimiento del templo de salomón y el edificio llego a encontrarse en un estado lamentable, por lo que el área adyacente cedida como alojamiento a los templarios probablemente tuviese un aspecto tan precario como su atuendo."


Parece lógico, teniendo en cuenta que los primeros templarios tenían una labor concreta, defender los caminos entre Jaffa-Jerusalén, una ruta muy transitada y conflictiva, un área bastante extensa para, si tomamos al pie de la letra algunas teorías[2], sólo 9 caballeros. Durante estos primeros años, además de esta ardua labor las altas jerarquías del temple se dedican a promocionar el temple en Occidente y para ello realizan una serie de viajes a Europa; realmente el aspecto de estos caballeros no debía ser muy agradable y quizá por ello la regla se vuelve tan estricta en cuanto al vestir y la apariencia [una descripción de los templarios en sus primeros años nos dice: rara vez se lavaban e iban con una barba hirsuta malolientes de polvo]. Pero dejando de lado el problema de la apariencia de estos primeros templarios, lo cierto es que la, en un futuro, conocida como Orden del Temple comenzó a obtener beneficios económicos desde muy temprano y así tenemos una de las primeras referencias a este respecto: en 1120-1121 cuando el conde Fulco V es alojado en la casa de los templarios en Jerusalén (cumpliendo su voto de cruzado) quedará tan agradecido que realizará la primera donación. A partir de estos momentos y tras los distintos viajes de promoción que realizan por Europa la llegada de donaciones y concesiones de todo tipo comienza a ser incesante. Así a partir de 1125 se produce el progresivo aumento del poderío material templario y aunque en las crónicas se hace referencia a limosnas, por mínimas que sean constituyen la avanzadilla de lo que está por llegar.


Primeras Donaciones


Tras lo comentado hasta este momento, en mi opinión, parece claro que el Temple fue agraciado con toda una serie de posesiones desde los momentos anteriores al Concilio de Troyes, ya sea bien por los propios bienes de sus integrantes o por donaciones, por pequeñas que fuesen, foráneas. Por ejemplo, el 31 de Octubre de 1127 Teobaldo de Champaña realiza una donación de la granja de Barbonne. Pero lo que es indudable es que a partir de dicho concilio el aumento de estas donaciones crece y consecuentemente el poderío económico templario. Así en 1128 los condes de Flandes Guillermo Clito y Thierry de Alsacia otorgan al temple el reconocimiento de los feudos al tiempo que un gran número de particulares se suman a la práctica. Demurger considera que, aunque la mayoría de las primeras donaciones tienen lugar, lógicamente, en territorio Francés, destacando las actas de Douzens en las que un gran número son donaciones al Temple, otras proceden de los nuevos territorios donde se iba implantando la orden, por ejemplo en Portugal donde la condesa Teresa cede el castillo de Soure en Marzo de 1128. Un año más tarde en Aude, se realiza la primera de las 16 donaciones que tienen lugar a lo largo de 5 años. Este mismo año en 1129 el temple recibe la donación de parte del obispo Bartolomeo de Joux de la iglesia de Laon en la región de Ile-de-France, Francia, donde también se situará una encomienda templaria. El 29 de Enero de 1130 el obispo de Aviñón cede una iglesia al temple durante uno de los viajes que realiza Hugues de Payns por la zona. A partir de 1128 la orden recibirá un gran número de donaciones procedentes de la Península Ibérica, la mayoría de ellas (por lo menos las más importantes), procedían de los reyes cediendo castillos y posesiones estratégicas a medida que avanzaba la reconquista y el temple tenía una labor más activa, entre las que destaca la realizada por el conde de Barcelona, Ramón Berenguer III el 14 de Julio de 1130; el conde además de cederse así mismo les dejaba en posesión la fortificación de Grañana[3]. También para este año se cuenta con un contrato de cesión, suscrito por Payens de Montdidier, de las tierras de Noyon, territorios situados al norte del Loira. En Junio de 1131 la orden recibe toda una serie de propiedades de manos del señor de Alés, una donación que posteriormente posibilitaría la formación de la encomienda de Jalés. Pero sin duda, de las donaciones que el temple recibe en estos primeros momentos la que más sorprende por su contenido es el conocidísimo testamento de Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y Navarra, en 1131, por el cual el rey tras su muerte nombraba como herederos de su reino a los Templarios, algo que no se llevo a la práctica pues el proceso fue dinamitado por los nobles del reino[4], pero nos da una idea de la importancia que ya había alcanzando la orden en estos primeros años de existencia, pues no debemos olvidar que ya existían otras órdenes militares como la Orden de Belchite, creada por el propio Alfonso I. En 1132 siguiendo en la península Ibérica, el temple recibe Barbará por el conde de Urgel, concesión que se cumple en 1134 confirmada por Ramón Berenguer. En 1132 reciben en el Roselló la casa de Masdeu que posteriormente se convertirá en una encomienda con otras subencomiendas a su cargo[5].


Según la documentación utilizada por M. Caroff en su escrito L´ordre du temple en occident des origines á 1187, no será hasta 1134 cuando el temple empiece a recibir donaciones desde países como Italia (en 1138 los Templarios establecieron encomiendas en Roma) donde está documentada, para dicha fecha, una casa en Milán. Así, a partir del siglo XIII Italia se convertiría en el segundo centro de importancia en cuanto a posesiones, sobre todo cuando los puertos Italianos empiecen a ser más utilizados en los viajes marítimos. De nuevo en la península, esta vez en Navarra, el temple recibía de manos de García Ramírez (y conjuntamente con el Hospital) la cesión del castillo y la población de Las Novillas en 1135, confirmado en 1150 por Ramón Berenguer IV, junto con otras posesiones de territorios colindantes. 1136 se funda la encomienda de Richerenches, Francia, expandiéndose por el territorio. En Inglaterra a partir del sucesor de Enrique I, Esteban, aumentan las posesiones donadas al temple, así en 1139 está registrada la concesión del señorío real de Cowley en Oxfordshire y sus bosques.


A finales de los años 30, en 1139, Leonor de Aquitania permitió el establecimiento templario en uno de los puertos más importantes de la época, La Rochelle[6]. En 1141 el duque de Bretaña otorga la isla de Lannia, una plaza y unos ingresos monetarios procedentes de rentas que cobraba el conde. En 1143 el rey de Aragón, Ramón Berenguer IV, concede al Temple el quinto de las tierras que se conquisten durante los enfrentamientos contra los musulmanes y los castillos de Monzón, Barberá, Chalamera, Mongay, Remolins y si se conquistaba Corbins (y lo que esto suponía, es decir, la creación de encomiendas y casas con territorios y propiedades propias). En 1146 (o 42 dependiendo del autor) el temple recibe de García Ramirez Puente la Reina, tomando también poblaciones próximas, tras establecerse en Aberín la encomienda principal. Este mismo año, si tomamos 1146, Alfonso VII, rey de Castilla y León, donó al temple Villaseca. Durante estas fechas la expansión templaria es una constante y la apertura de encomiendas en Génova, Orleáns, Braga, etc, son prueba de ello[7]. Pero no todo fueron concesiones (digamos) materiales, sino que en estos momentos el temple consigue beneficios como exenciones de pagos y otros privilegios. Luis VII, durante la Segunda Cruzada, dona al temple la ciudad de Savigny en 1149 y toda una serie de privilegios añadidos.


Por todas las regiones y zonas donde había caminos de peregrinos o rutas comerciales estaban presentes casas o encomiendas templarias para controlar el territorio y las rutas costeras, comerciales, de peregrinación, etc, con todos los beneficios que ello suponía.


Mientras tanto las posesiones en tierra santa crecen gracias al éxito y fama alcanzado por el temple y también porque muchos de los caballeros enrolados en la cruzada, antes de partir, ceden sus posesiones al Temple. Convertidos en la mayor fuerza cristiana, junto con el Hospital, comienzan a adquirir toda una serie de puntos estratégicos, fortalezas, etc Así en 1134 reciben de manos de Alfonso-Jordán, Conde de Touluse, una importante concesión: (…) tanto poder y permiso en todas mis tierras como aquellos de que disponen en los lugares orientales de manos del rey de Jerusalén, el príncipe de Antioquia y el conde de Trípoli(…) quien desee darles en todas mis provincias ya sea su propia persona o dinero o tierra o población o castillo o también ciudad(…) puede dar sin disputa alguna y ellos pueden recibirlo libremente(…)[8]. La orden ya se había labrado un nombre y una fama a ambos lados del territorio lo que les permitirá, desde estos primeros momentos, hacer frente a los grandes gastos que esto suponía.


Alrededor de 1149-1150 los templarios reciben Gaza haciéndose fuertes en la fortificación. En 1152 el Obispo de Tortosa (Tartus, Siria) cede el castillo al temple. En la península ibérica Ramón Berenguer IV en 1153 entrega el castillo de Miravet junto con sus dependencias y territorios adyacentes al temple. En 1154 el obispo de Bayeux dona al temple la iglesia de Saintinges. De una manera temporal, en 1160 el Temple recibe el castillo de Gisors, el de Neauphle y Neufchatel, siendo sus custodios durante muy pocos meses antes del casamiento del hijo de Enrique II y la hija de Luis VIII. En Champaña el conde les cede los derechos sobre el cobro del peaje de las actividades comerciales de Provins en 1164. Alonso Enriquez, rey de Portugal, entrega al temple en 1165 una serie de castillos y sus territorios, entre ellos Monsanto e Idanha a Vella. En 1166 Fernando II de León por la labor ejercida en la reconquista dona al temple el señorío de Coria y toda una serie de castillos; posesiones que mantendrán hasta comienzos del siglo XIII cuando la mayor parte de estos dominios pasen a manos de la orden de Alcántara salvo contadas excepciones. En Portugal, la orden recibirá otra importante donación en 1169 donándoles el rey la tercera parte de las tierras que conquistasen desde el Tajo. En 1170 el temple recibe la encomienda de Denney, en Inglaterra, donación de la comunidad monástica de Ely, una posesión que proporcionará nuevos recursos al convertirse en hospital al cual se le cedían múltiples bienes y rentas.


A todas estas grandes concesiones hay que añadirles aquellas que se realizan a título individual pero que también contribuyeron al engrosamiento de las arcas templarias: caballos, bridas, armamento, pequeñas parcelas de tierras, pequeñas cantidades monetarias, etc.


Existe también la posibilidad de que se produzcan donaciones post mortem, es decir, en ocasiones los difuntos han donado al temple toda una serie de posesiones que debían pasar a su poder pero el proceso puede complicarse si los herederos (digamos naturales, quiero decir, familiares directos) no están de acuerdo; por lo tanto dichas concesiones no serán adquiridas por el temple hasta pasado un tiempo[9]. En este sentido hay casos en los que las cesiones al temple son temporales, es decir, la orden poseerá durante un tiempo acordado con el difunto los beneficios de los terrenos, edificios, etc que hayan sido entregados en donación, pero una vez cumplido el plazo de tiempo esos bienes deberán ser devueltos a los herederos, previamente escogidos. Pero la cosa se complica si quien realiza la donación a la orden impone que esta le sea devuelta si la reclama, por ejemplo, a la vuelta de la cruzada; es una donación temporal pero con una cláusula especial porque en muchos de esos casos lo más probable era que no se regresase. Por ejemplo, esto lo acordó el temple en 1147 con Gerardo y Garin de Bouzonville, quienes donaron sus alodios. Existen pruebas documentales de que en algunas ocasiones el temple no ha cumplido estos acuerdos, parece que se producen sobre todo a partir de la etapa en la que su poderío económico y militar se encuentra en su apogeo y el temple se “cree” con el derecho de organizar los acuerdos jurídicos a su antojo. Un caso bastante impactante, por la crueldad del mismo, es el que tiene lugar en Esperton[10], donde el temple, además de no devolver lo pactado utilizará la fuerza bruta para expulsar a los herederos de los territorios; estas prácticas y otras presiones utilizadas por la orden son una de las causas de la posterior desconfianza y rencor que se comprueba en muchas de las actas judiciales contra la orden en las cuales queda reflejada la repulsa hacia la avaricia del temple, siendo una de las recriminaciones populares cuando el temple dejó de tener su razón de ser. De hecho, el Papa Inocencio III con la bula De Insolentia Templariorum en 1207, deja clara su opinión frente al abuso que hacían los Templarios de sus privilegios.


El goteo de donaciones, durante este periodo, es continuo y lo que comenzó como un símbolo de apoyo, ya desde fechas tempranas, se convierte en una especie de negocio, un trueque, ya que en muchas ocasiones las donaciones se hacían con una condición, que ésta les permitiese a los donantes la salvación de sus almas. Como expliqué en entradas anteriores, muchas personas pertenecían al temple pero de manera temporal, los llamados Milites ad Terminum, siendo acogidos por la orden hasta el momento de su muerte; a cambio el donante cede sus posesiones y se asegura la salvación. Un ejemplo lo expone Demurger: Eudes de Grancay, ya de edad, entra en la orden en 1185, en la casa de Bures…en ella muere y es enterrado en 1197[11]. En 1197 el Temple recibe de manos del rey aragonés Alfonso I los bienes de la orden de Montegaudio lo que supuso la adhesión de muchos señoríos que pasaron a engrosar los dominios templarios. En 1211 tras duros litigios entre Alfonso IX de León y el temple, estos reciben el castillo de Ponferrada convirtiéndose en sede de encomienda[12].


Por tanto podemos establecer tres tipos de donaciones:


· Pro anima, suelen ser bienes importantes, la única petición del donante es la salvación de su alma.

· In extremis, realizadas por peregrinos.

· Donaciones remuneradas[13].


[1] De hecho existió la corriente que abogaba por la interpretación del archiconocido sello templario con la figura de dos caballeros cabalgando en el mismo caballo, como la representación de la pobreza que profesaban los miembros de la orden. Una teoría superada desde hace años pero la cual puede leerse, sobre todo por internet.

[2] Creo recordar que en otro momento aclaré este punto pero por si acaso me gustaría resaltar que esta información no es del todo exacta. Miguel el Sirio, otro de los cronistas utilizados para el conocimiento de la historia del temple, nos habla de Hugues de Payns y treinta compañeros suyos o lo que es lo mismo puede que fuesen 9 caballeros pero que en total toda la camarilla que formaba parte de la primitiva orden hubiesen sido algunas personas más, lo que es bastante más factible para una orden cuya labor era la de “guardianes de caminos”.

[3]El extracto de la concesión puede leerse en Demuerger, Alain, Auge y caída de los templarios. Ed. Martínez Roca 1986. Pág. 57-58

[4] Barber, M. Templarios, la nueva caballería. Ed. MR, 2001. Pág 47. Aunque el testamento inicial no se llevó a la práctica, el temple recibió años después castillos y territorios como: Monzón, Mongay, Chalamera, etc. Además de los castillos, los templarios recibían una décima parte de los ingresos reales, una suma anual de 1000 solidi procedente de Zaragoza y una quinta parte de lo obtenido en las expediciones que se llevaran a cabo en España y quedarían exentos de los peajes, aduanas y exacciones acostumbradas en las tierras de Ramón Berenguer.

[5] Fuguet, Joan y Plaza, Carme, Los templarios en la península Ibérica. El Cobre ediciones 2005. Pág. 75.

[6] La concesión puede ser leída en : Cartulaire general de l´ordre du Temple 1119-1150. Recueil des chartes et des bulles relatives á l´ ordre du Temple, ed. Marqués d´ Albon, París, 1913. También, un extracto de la misma se encuentra en: Barber, M. Templarios, la nueva caballería. Ed. MR, 2001. Pág 43.

[7] Ibíd. Pág 39.

[8]Una lectura más detallada de la concesión puede ser leída en: Barber, M. Templarios, la nueva caballería. Ed. MR, 2001. Pág 55. La completa lectura de la misma se encuentra en: Cartulaire general de l´ordre du Temple 1119-1150. Recueil des chartes et des bulles relatives á l´ ordre du Temple, ed. Marqués d´ Albon, París, 1913

[9] Demurger, Alain, Auge y caída de los Templarios, Ed Martínez Roca 1986. Pág 152-153. En 1197 Guillermo de Bergadón dona al Temple propiedades en el alto Llobregat (Cataluña). Muere entre 1192 y 1196. Su hermano se niega a cumplir el voto de difunto y en 1199 vende el vizcondado de Bergadón, comprendidos los bienes legados al Temple, al rey de Aragón Pedro II. El temple no entrará en posesión de ese legado hasta 1231.

[10] Ibid. Pág 157. Hechos como este quedan reflejados en una de las mejores novelas históricas (opinión personal) sobre el temple: Beltrán, un templario en el exilio de Watson, William, donde el autor expone el mismo tipo de abuso con un rigor inusual en este tipo de novelas.

[11] Demurger, Alain, Auge y caída de los Templarios, Ed Martínez Roca 1986. Pág 153

[12] Recomiendo para un conocimiento más exhaustivo de las posesiones templarias en la península ibérica la gran obra de Fuguet y Plaza, Fuguet, Joan y Plaza, Carme, Los templarios en la península Ibérica. El Cobre ediciones 2005. A través de dicha obra el lector podrá conocer de una manera minuciosa las múltiples posesiones templarias en todo el área peninsular, además la publicación va acompañada de referencias bibliográficas, textos originales, representaciones pictóricas y fotografías de altísima calidad que convierten a esta obra en una obligada referencia.

[13]Un ejemplo de esta donación es la explicada en el pie de página 9, aunque con la curiosidad de que en ella no se cumplió lo acordado.


lunes, 3 de agosto de 2009

Visitas "guiadas" a Palenque y Yaxchilán

Gracias a una iniciativa del INAH, seguramente ya conocida por muchos de los que leeis estas líneas, pordemos visitar desde hace algún tiempo, virtualmente, Palenque y Yaxchilán. La novedad es que se han incluido nuevas zonas como la visita de la tumba de Pakal teniendo dos panóramicas de la misma. Esto añadido a las demás zonas visitables tanto externa como internamente, las explicaciones dadas en cada una y las fotos con detalles en algunas de las construcciones hacen de esta página un punto de encuentro ineludible para todos aquellos interesados en el mundo maya. Si no teneis la posibilidad de acudir en persona no dejeis escapar esta oportunidad, ¡ disfrutad del paseo !.

http://culturainah.org/panorama360/palenque/