viernes, 18 de diciembre de 2009

Un sudario hallado en Jerusalén cuestiona la Sábana Santa

Un equipo de científicos ha descubierto por primera vez junto a la vieja ciudad de Jerusalén un sudario que pertenece a la época de Jesús. El paño difiere mucho de la Sábana Santa de Turín, lo que lleva a los autores del estudio a concluir que esta última no data de aquellos años. Se trata de una tela mucho más sencilla, con una textura diferente y dividida en dos piezas, mientras que la famosa reliquia es más compleja y está elaborada en una sola pieza. El análisis genético del cadáver embalsamado ha revelado además el caso más antiguo probado de lepra, registrado en el siglo I, según ha informado la Universidad Hebrea de Israel.

El cuerpo estaba en una tumba del cementerio conocido como Akeldama («campo de sangre», en arameo), cerca de donde la tradición sitúa el suicidio de Judas Iscariote tras traicionar a Jesús.
Los investigadores, de las universidades Hebrea de Jerusalén, Lakehead de Canadá, New Haven de EE.UU. y University College de Londres, creen que el cadáver corresponde a un sacerdote o miembro de la aristocracia porque estaba enterrado junto al de Annas, un sumo sacerdote pariente de Caifás.

El cadáver no recibió una segunda sepultura, como era costumbre en la época, cuando un año después de la muerte se quitaban los huesos al cuerpo y se metían en un osario. El profesor Mark Spigelman, de la Universidad Hebrea, explica esta anomalía en que el hombre padecía lepra y tuberculosis, dos enfermedades halladas en el ADN de sus huesos y que aparentemente motivaron además que el acceso al nicho fuese sellado con argamasa.
La lepra, como el resto de enfermedades que desfiguran, ha sido históricamente sinónimo de ostracismo en el seno de la comunidad, pero los investigadores creen que en este caso el hombre tenía una notable vida social en Jerusalén, dada la ubicación de su tumba, el tipo de telas empleadas para embalsamarlo y la limpieza de su pelo.

El sudario es el primero descubierto de la época de Jesús en Jerusalén, pero difiere mucho de la famosa Sábana Santa de Turín, que muchos consideran el paño en el que fue envuelto Jesús tras su muerte y que tiene la imagen del cuerpo de Cristo, aunque otros investigadores creen que es una falsificación y lo datan en la Edad Media. La nueva tela es muy sencilla, muy diferente a la compleja trama con la que se elaboró la Sábana Santa, lo que lleva a los autores del estudio a concluir que esta última no data de aquellos años. Además, está dividida en dos piezas, una para el cuerpo y otra para la cabeza, mientras la Sábana Santa es de una sola pieza.

El estudio aparece en la publicación científica en internet PloS ONE Journal.

*Fuente. ABC

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