viernes, 9 de julio de 2010

Estela maya lucirá completa

Milenaria estela maya volverá a lucir completa


La pieza es una de las principales de la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología, data de 727 d.C. y representa a los “Señores divinos de Toniná creando el universo”. Cuando se descubrió le faltaba la parte correspondiente a la mano de uno de los personajes, ésta fue localizada y restaurada, y en breve será reincorporada a la escultura.

Con una antigüedad de más de mil 200 años, la estela en la que se observa a los “Señores divinos de Toniná creando el universo”, una de las piezas emblemáticas de la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología, en breve lucirá completa cuando la parte faltante correspondiente a una mano de uno de los personajes le sea reintegrada.

Al entrar a la Sala Maya del recinto ubicado en el Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México, una de las piezas que reciben al visitante es el mencionado monumento procedente de la Zona Arqueológica de Toniná, Chiapas, en la que gobernantes de esa antigua ciudad aparecen personificando a los gemelos divinos, conforme los relatos del Popol Vuh.

Luego de que arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) localizaron el fragmento y tras ser sometido a labores de limpieza y restauración, éste fue enviado a la Dirección de Estudios Arqueológicos y en próximas semanas se trasladará al Museo Nacional de Antropología para su reposición, con lo quedará completo el monumento maya que data del año 727 d.C., y que de acuerdo a las investigaciones hacia 1400 d.C. se fragmentó cuando un grupo tzeltal lo reutilizó como dintel.

La parte faltante, de aproximadamente 25 por 15 centímetros, corresponde a una mano del personaje que se ubica a la derecha del bajorrelieve. Una vez que el fragmento sea repuesto, la estela (con dimensiones de 137 por 49.5 cm) volverá a tener su forma original.

El arqueólogo del INAH, Juan Yadeun Angulo, refirió que dicha estela fue localizada en noviembre de 2002 en el Palacio Witz de Toniná, donde fue colocada por grupos tzeltales que reocuparon la Acrópolis del lugar hacia 1400 d.C., siglos después de haber sido abandonada.

De acuerdo con el director del Proyecto Arqueológico de Toniná, la estela realizada en piedra caliza, era parte esencial del trono del Gobernante 4, “Garra de Jaguar”, que estaba localizado a un costado del Palacio de los Caracoles. El bajorrelieve estuvo dispuesto al pie del trono por más de un siglo, en el apogeo del sitio, hasta que en 840 d.C. Toniná decayó.

Para 1400 d.C., un cacicazgo tzeltal reocupó las ruinas, alterando así diversos contextos como tumbas y ofrendas de los habitantes originales. En ese sentido, la estela que representa a los Señores divinos de Toniná creando el universo, fue desprendida y usada como dintel, sin embargo, la piedra caliza se fragmentó al no resistir la presión y se decidió cubrirla con un muro de lodo, luego de lo cual se clausuró la puerta.

Los glifos centrales de la estela relatan que el 28 de octubre de 727 (según el calendario gregoriano) se entabló en el inframundo una partida de juego de pelota entre el divino señor solar Garra de Jaguar, situado a la izquierda, y Kinich Baknal Chaak, a la derecha. Además de sus atributos personales, ambos se encuentran ataviados con rodilleras, faldellín de cuero, yugo, palma y hachas emblemáticas.

“Cuando encontramos la estela estaba fragmentada en 37 partes, se armó y hoy es una de las piezas más importantes de la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología. No obstante, cuando se restauró la pieza, la parte que correspondía a la mano de un jugador de pelota, no se encontró.

“Posteriormente, en otra temporada de campo en Toniná, nos planteamos encontrar el pedazo faltante, el cual —según nuestro supuesto— seguramente había sido arrancado del trono más importante de Toniná que está en el Palacio de los Caracoles. Al excavar ahí encontramos el fragmento en cuestión”, explicó Yadeun Angulo.

En opinión del arqueólogo, en los contextos de Toniná que fueron alterados por el cacicazgo tzeltal que se estableció cientos de años después, es notorio que de una u otra forma se juega con el símbolo de la mano. A diferencia de sus predecesores mayas, no realizaron edificaciones ni grandes esculturas.

Los miembros de este grupo tzeltal —anotó Juan Yadeun— se referían a sí mismos como los “Señores de la mano poderosa”. Es posible que este vínculo simbólico ocasionara que al desprender la estela en cuestión, los tzeltales decidieran dejar en su lugar el trozo que representa esta parte del cuerpo.

Los Señores divinos de Toniná creando el universo

Garra de Jaguar mandó elaborar la estela luego de cuatro años de su ascensión al trono de Po’ (hoy Toniná) y veinte años después de la muerte de Kinich Baknal Chaak, su ancestro. El primero está a la izquierda, en el oriente, del lado de la vida, y viste como el dios Ixbalanque, con un tocado de máscara solar que remata en plumas y que representan los rayos solares, mientras que el segundo se halla donde muere el sol, es decir, al poniente, y porta un tocado con el ave del inframundo y orejeras con las mandíbulas descarnadas del monstruo de la oscuridad.

La estela representa la tercera creación del universo, cuando uno de los gemelos divinos (cuyas hazañas son relatadas en el Popol Vuh) venció a los señores del inframundo para liberar a los hombres del frío y de la oscuridad.

El tablero lo dedicó al Gobernante 4 de Toniná. Posiblemente para conmemorar su triunfo en un juego de pelota, ya que en él cuenta que los gobernantes 2 y 3, ya muertos, fueron testigos de su triunfo. El monumento presenta a dos jugadores, el de la izquierda está en el momento de pegarle a la pelota. En la parte superior se observan tres textos. La lectura comienza en el central, continúa en el del lado izquierdo y termina en el lado derecho.

*Fuente. INAH

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