miércoles, 26 de agosto de 2009

INAH interviene murales de Teotihuacán

Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) intervinieron dos murales de la zona arqueológica de Teotihuacán, con el fin de eliminar el soporte artificial sobre el que fueron montados hace medio siglo, lo que aligeró más de 50 por ciento su peso.

Se trata de los frescos Jaguar reticulado y Personajes en procesión, frescos que datan del 200 al 500 d.C., los cuales gracias a esta intervención pasaron de tener un peso de 200 kilogramos a 100, explicó el INAH en un comunicado. Aunque proceden de los conjuntos de Zacuala y del Sol, de Teotihuacán, Estado de México, a mediados de los años 50 e inicios de los 60 del siglo XX las obras fueron desprendidas de sus muros originales debido al deterioro que presentaban. Entonces, con un soporte laminado, pasaron a los acervos del Museo Nacional de Antropología (MNA).


Recientemente estas creaciones, con una antigüedad que supera los mil 500 años, fueron intervenidas en el Taller de Obra Mural de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH, explicó. En el lugar, añadió, una veintena de alumnos de octavo semestre, coordinados por las restauradoras Margarita López Fernández, Irlanda Fragoso y Roxana Govea, atendieron su problemática.


De acuerdo con López Fernández, luego de analizar su condición se concluyó que los soportes artificiales sobre los que estaban dispuestos los murales "repercutían en la estabilidad de las obras y no eran los más adecuados en caso de traslado". Los distintos procesos a que fueron sometidos los murales prehispánicos permitieron reducir en más de 50 por ciento su peso, al sustituir los montajes.


El fresco Jaguar reticulado, proveniente del Conjunto de Zacuala y con varios faltantes, mide 1.93 x 1.0 metros. Con una paleta que incluye el azul, el verde, el rojo y el amarillo, su simbolismo está asociado a la fertilidad, al agua y la guerra, pero también al Sol. Mientras que Personajes en procesión (2.21 x 1.36 metros), procedente del Conjunto del Sol, mural en el que se observan varios individuos que participan en un acto religioso, es menos "rico" en cuanto a su cromática, en la que destaca el rojo y líneas en un tono rosado, lo que hace suponer que es de una fecha distinta al primero.


López Fernández dijo que, por su complejidad, colorido, resistencia de sus técnicas y variedad de sus diseños -ya que es una producción que abarcó cientos de años-, el teotihuacano "es uno de las mejores ejemplos en lo que concierne a la manufactura de pintura mural en la historia de la humanidad. En su producción se ha identificado el uso de la cal, con gran conocimiento de sus propiedades". Expuso que "aunque su técnica implicaba la aplicación de la pintura sobre un aplanado fresco (lo que permite que los pigmentos sean incluidos en la matriz cristalina que se forma al fraguar la cal y dar mayor resistencia a la capa pictórica), estudios recientes han planteado que hubo una mayor variedad de pigmentos, y probablemente el uso de algunas sustancias orgánicas para el desarrollo de las imágenes".

El cambio de los soportes del ambas obras ha implicado un estudio acucioso por parte de los expertos de la ENCRyM, así como de los investigadores Sergio González García y Laura Filloy Nadal, del MNA, sobre los sistemas de montaje creados para este tipo de obras a lo largo del tiempo. A partir de este proyecto se definirán nuevos criterios para el tratamiento de pinturas murales, en caso de que necesiten algún apoyo artificial para su preservación o que lo presenten hoy en día. Al respecto, la capa pictórica de los frescos prehispánicos mencionados se montó hace más de 40 años sobre resinas sintéticas y estructuras metálicas, que además de volverlos más "pesados" produjeron tensión por parte de la obra mural.


Margarita López puso como ejemplo que en el caso de Jaguar reticulado, "la sustitución del montaje requirió de varias pruebas y así fue posible determinar la viabilidad de separar la lámina de la resina sintética. Para lo anterior se aplicó calor localmente, además de efectuar movimientos controlados y suaves de palanca". Mientras que Personajes en procesión, anotó que, debido a que la escena es más completa, no fue necesario desmontarse y sólo se sustituyó la estructura metálica por un bastidor ligero y más eficiente. Asimismo, se llevaron a cabo labores en puntos específicos de la capa pictórica que presentaban deterioro.


La académica de ENCRyM concluyó que en próximas fechas los murales regresarán al Museo Nacional de Antropología.


*Fuente. El Universal


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