Tras muchos días sin poder documentarme para escribir un artículo, retomo el hilo de la serie que comencé tiempo atrás, Descubriendo Calakmul. Durante los XI primeros artículos me dediqué a explicar, dentro de mis posibilidades, la historia de Calakmul haciendo hincapié en la problemática de los monarcas, la capitalidad, los grandes conflictos, etc. Una vez conocido el destino final de esta urbe y lo que supuso para el resto del conjunto de grandes centros del área maya central, me centraré a partir de este momento en ir desentrañando los diversos restos arqueológicos que, con el paso de los años, se han ido hallando en la zona geográfica que abarca la urbe, estructuras, cerámicas, murales, tumbas y ajuares, etc. De este modo continuo en mis trece de desde aquí aportar mi pequeño grano de arena en la defensa de esta urbe la cual ignorada desde mucho tiempo lleva aflorando desde hace años y empieza a ser tenida muy en cuenta en el marco de los congresos académicos, estudios y publicaciones especializadas. Por último decir que comenzaré los nuevos artículos centrándome en los restos arquitectónicos que se han encontrado, desde las grandes estructuras hasta las menores (pero sin entrar en aquellas estructuras de las que casi no he podido obtener información), tomando como referencia los trabajos realizados y publicados por Omar Rodríguez Campero y Ramón Carrasco Vargas, entre otros autores. He de advertir que los trabajos que se estén realizando actualmente así como los realizados durante los dos años anteriores, no han sido publicados o, desgraciadamente, yo no he conseguido acceder a ellos, por lo que toda corrección, actualización de contenidos o cualquier tipo de información sobre lo que voy a exponer será bien recibido y aceptado gratamente.
jueves, 30 de abril de 2009
Calakmul, Restos arqueológicos.
martes, 28 de abril de 2009
Hallan en Lorca un altar ibérico siglo V a.c. dedicado a ofrendas a dioses
La pieza, que fue recuperada en su totalidad, es la única creada con influencias orientales localizada en la región de Murcia.
*Fuente. La Voz de Galicia
Un equipo de arqueólogos ha localizado en unos terrenos ubicados en la ciudad murciana de Lorca un altar ibérico del siglo V a.c., utilizado para realizar ofrendas a los dioses antes de llevar a cabo transacciones económicas y que era utilizado, sobre todo, por comerciantes. Uno de los directores de la excavación, el arqueólogo Juan Gallardo, explicó a EFE que el altar, de 50 centímetros de alzada, está construido en adobe recubierto de yeso y presenta en las cuatro esquinas estrías que finalizan en una suerte de garra muy estilizada.
En ese altar, que debía estar situado a la entrada del poblado, los comerciantes que llegaban al mismo ofrecían granos de cereal y bebidas a los dioses para tener suerte en los negocios, dijo Gallardo. El arqueólogo reveló que el altar tiene forma «de lingote chipriota o piel de toro» con reminiscencias púnicas, sobre las que no existen antecedentes documentados en la Región y que son más propias de hallazgos localizados en Andalucía o Extremadura. Por este motivo, hasta el momento, este altar ibérico es el único localizado en la región con influencias orientales, expuso el experto, que señaló que la pieza ha sido recuperada en su totalidad y que pasará a exponerse en la sala de la cultural ibérica del Museo Arqueológico de Lorca.
Según indicó, el altar ha sido localizado, en una intervención que se ha prologado durante tres meses, bajo los restos de una necrópolis ibérica, ya documentada por hallazgos anteriores próximos al mismo lugar. Entre los restos de esa necrópolis, pertenecientes a los siglos IV al II a.c., los arqueólogos han localizado tres líneas de enterramientos superpuestos con 29 receptáculos o urnas funerarias, que contenían las cenizas, restos óseos y ajuar de los difuntos.
Los restos están siendo analizados, y los arqueólogos creen que pertenecen la mitad a varones y la otra mitad a mujeres, como se desprende también de los útiles y abalorios aparecidos en sus ajuares. Entre las piezas localizadas se encuentran pendientes, pesos de telar, manillas de escudos y puntas de lanza, enumeró Gallardo, que destacó, asimismo, que uno de los vasos funerarios había sido diseñado exclusivamente para el difunto y que presenta adornos con figuras de lobos.
En esta necrópolis también ha sido localizado el horno que usaban los habitantes del poblado para incinerar los cuerpos de los difuntos, realizado con ladrillos de adobe y tierra. Los hallazgos del solar de las calles Núñez de Arce y Álamo completa la secuencia arqueológica sobre la Lorca ibérica descubierta en otras 19 excavaciones arqueológicas anteriores.
En ese altar, que debía estar situado a la entrada del poblado, los comerciantes que llegaban al mismo ofrecían granos de cereal y bebidas a los dioses para tener suerte en los negocios, dijo Gallardo. El arqueólogo reveló que el altar tiene forma «de lingote chipriota o piel de toro» con reminiscencias púnicas, sobre las que no existen antecedentes documentados en la Región y que son más propias de hallazgos localizados en Andalucía o Extremadura. Por este motivo, hasta el momento, este altar ibérico es el único localizado en la región con influencias orientales, expuso el experto, que señaló que la pieza ha sido recuperada en su totalidad y que pasará a exponerse en la sala de la cultural ibérica del Museo Arqueológico de Lorca.
Según indicó, el altar ha sido localizado, en una intervención que se ha prologado durante tres meses, bajo los restos de una necrópolis ibérica, ya documentada por hallazgos anteriores próximos al mismo lugar. Entre los restos de esa necrópolis, pertenecientes a los siglos IV al II a.c., los arqueólogos han localizado tres líneas de enterramientos superpuestos con 29 receptáculos o urnas funerarias, que contenían las cenizas, restos óseos y ajuar de los difuntos.
Los restos están siendo analizados, y los arqueólogos creen que pertenecen la mitad a varones y la otra mitad a mujeres, como se desprende también de los útiles y abalorios aparecidos en sus ajuares. Entre las piezas localizadas se encuentran pendientes, pesos de telar, manillas de escudos y puntas de lanza, enumeró Gallardo, que destacó, asimismo, que uno de los vasos funerarios había sido diseñado exclusivamente para el difunto y que presenta adornos con figuras de lobos.
En esta necrópolis también ha sido localizado el horno que usaban los habitantes del poblado para incinerar los cuerpos de los difuntos, realizado con ladrillos de adobe y tierra. Los hallazgos del solar de las calles Núñez de Arce y Álamo completa la secuencia arqueológica sobre la Lorca ibérica descubierta en otras 19 excavaciones arqueológicas anteriores.
*Fuente. La Voz de Galicia
jueves, 23 de abril de 2009
Destruyen pirámide para hacer ladrillos en Veracruz
Una pirámide que data del año 300 d.C. fue destruida casi en su totalidad por fabricantes de ladrillo, la investigadora del Instituto de Antropología de la UNAM, Annick Daneels explicó que esa situación se repite en más de 100 zonas arqueológicas en las orillas del Río Jamapa a la altura del poblado Casa Blanca, Veracruz.
*Fuente. http://antiguaymedieval.blogspot.com/2009/04/destruyen-piramide-para-hacer-ladrillos.html#comment-form
Lamentable, sin comentarios, parece mentira que hoy en día se continuen haciendo estas barbaridades. Si hace poco comentábamos los destrozos en las mámoas gallegas esta noticia la supera con creces; como bien dice el refrán en todos los sitios cuecen habas pero esto clama al cielo. No se tiene en cuenta el valor histórico ni la importancia de unos restos que, al fin y al cabo, forman parte de la historia de la nación.
jueves, 16 de abril de 2009
Identifican nuevo grupo de dioses mayas con análisis de incensarios
Un análisis reciente basado en un centenar de incensarios encontrados a lo largo del tiempo en la Zona Arqueológica de Palenque, Chiapas, ayudó a identificar un par de nuevas deidades mayas que regían los rumbos cósmicos y que fueron objeto de culto hace más de mil años.
Hasta ahora se pensaba que en esa ciudad prehispánica sólo se veneró a la denominada "Tríada Divina".
La arqueóloga Martha Cuevas García, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), explicó que la llamada "Tríada Divina", de Palenque, que fue reverenciada en el período del Clásico Tardío (600-900 d.C.), está compuesta por GI, el Sol naciente y celeste; GII, K'awiil, símbolo del nivel terrestre por representar al maíz recién nacido; y gIII, que representa al Sol infraterrestre.
Tras subdividir las variables secundarias de las deidades representadas en los incensarios palencanos, Martha Cuevas identificó que GIII o Sol Jaguar del Inframundo, se ramifica en cuatro variantes para formar dos pares:
Uno llamado Dioses Remeros (Jaguar y Espina de Mantarraya); y otro nunca antes reconocido y a los que provisionalmente denominó Xook/Jaguar e Mir/Serpiente.
"El hecho de que estas deidades pasaran inadvertidas -pese a que un conjunto de incensarios fue recuperado hace más de 50 años en los edificios del Grupo de las Cruces-, se debe a que las distinciones entre un dios y otro son sutiles", señaló la investigadora adscrita a la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas.
A partir de estas novedosas evidencias -dijo-, es posible afirmar que en la práctica ritual asociada a los templos de la Cruz, de la Cruz Foliada y del Sol (que conforman el mencionado conjunto arquitectónico), participaban las dos parejas de GIII y además GI.
"La identificación de las cinco deidades denota un cambio radical con respecto a la información que se tenía de los dioses de la 'Tríada', los cuales tal como son referidos en los textos, no muestran una correspondencia exacta con los incensarios, como en el caso de GIII del que claramente existen cuatro variantes".
La arqueóloga Cuevas manifestó que gracias a que ahora se cuenta con un numeroso acervo de incensarios ha sido posible reunir suficiente información para poder detectar de manera contundente que la identidad de estos seres sagrados depende tanto de los rasgos del rostro de las divinidades, como de los distintos motivos iconográficos que los acompañan.
Con base en los resultados del estudio comparativo -a partir de jeroglíficos y su correspondencia con los patrones iconográficos encontrados en los incensarios-, la especialista identificó la presencia de los Dioses Remeros: Jaguar y Espina de Mantarraya, así como de Xook/Jaguar e Imix/Serpiente.
"El Remero Jaguar se distingue por un tocado de jaguar, mientras que el Remero Espina de Mantarraya porta una espina atravesada en el septo (tabique) de la nariz y exhibe también un tocado de Xook, animal mítico".
De la misma manera que en el caso de los Remeros, Xook/Jaguar e Imix/Serpiente presentan ciertas peculiaridades en los rostros de los mascarones centrales que los diferencian de otras representaciones de GIII.
En el caso de Xook/Jaguar, GIII presenta sobre el mascarón central: las fauces de un jaguar dentro de la figura del Monstruo Xook, dos diademas con seres fantásticos, un ave, y en el remate, el dios K'awiil (maíz) recostado; mientras, de Imix /Serpiente son distintivos el Monstruo Imix, una diadema similar a la de Chaak (el dios de la lluvia), dos serpientes y en el remate, una greca escalonada.
En opinión de la experta, los cinco tipos de incensarios definidos, deben expresar una idea cosmológica: el esquema geométrico del cosmos y de la tierra en cinco secciones.
Es decir que las divinidades refieren cada uno de los rumbos cósmicos, en el centro se halla GI y las dos parejas de GIII están asociadas a las cuatro esquinas.
"Es sorprendente ver reflejados en Palenque, conceptos míticos y de la estructura del cosmos que únicamente conocíamos por escritos coloniales y contemporáneos. En los rituales palencanos se escenificaba la creación del mundo a través de la colocación de los árboles-incensarios en los diferentes rumbos cósmicos", expresó.
Los incensarios fueron parte fundamental de las ceremonias religiosas en toda el área maya. En Palenque, la mayoría de éstos se descubrieron en el Grupo de las Cruces y por las inscripciones jeroglíficas se conoce que fueron llamados Ox P'uluut K'u o Dioses Incensario.
Estos objetos se usaban cerca de 20 años, luego eran retirados de los templos y sepultados en espacios sagrados, esto explica el hallazgo de un centenar de ellos.
En el cuerpo cilíndrico se representaban deidades, pero también los rostros de antepasados de alto rango; y en la parte superior se colocaban los braseros para quemar copal junto con la sangre obtenida del autosacrificio.
Hasta ahora se pensaba que en esa ciudad prehispánica sólo se veneró a la denominada "Tríada Divina".
La arqueóloga Martha Cuevas García, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), explicó que la llamada "Tríada Divina", de Palenque, que fue reverenciada en el período del Clásico Tardío (600-900 d.C.), está compuesta por GI, el Sol naciente y celeste; GII, K'awiil, símbolo del nivel terrestre por representar al maíz recién nacido; y gIII, que representa al Sol infraterrestre.
Tras subdividir las variables secundarias de las deidades representadas en los incensarios palencanos, Martha Cuevas identificó que GIII o Sol Jaguar del Inframundo, se ramifica en cuatro variantes para formar dos pares:
Uno llamado Dioses Remeros (Jaguar y Espina de Mantarraya); y otro nunca antes reconocido y a los que provisionalmente denominó Xook/Jaguar e Mir/Serpiente.
"El hecho de que estas deidades pasaran inadvertidas -pese a que un conjunto de incensarios fue recuperado hace más de 50 años en los edificios del Grupo de las Cruces-, se debe a que las distinciones entre un dios y otro son sutiles", señaló la investigadora adscrita a la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas.
A partir de estas novedosas evidencias -dijo-, es posible afirmar que en la práctica ritual asociada a los templos de la Cruz, de la Cruz Foliada y del Sol (que conforman el mencionado conjunto arquitectónico), participaban las dos parejas de GIII y además GI.
"La identificación de las cinco deidades denota un cambio radical con respecto a la información que se tenía de los dioses de la 'Tríada', los cuales tal como son referidos en los textos, no muestran una correspondencia exacta con los incensarios, como en el caso de GIII del que claramente existen cuatro variantes".
La arqueóloga Cuevas manifestó que gracias a que ahora se cuenta con un numeroso acervo de incensarios ha sido posible reunir suficiente información para poder detectar de manera contundente que la identidad de estos seres sagrados depende tanto de los rasgos del rostro de las divinidades, como de los distintos motivos iconográficos que los acompañan.
Con base en los resultados del estudio comparativo -a partir de jeroglíficos y su correspondencia con los patrones iconográficos encontrados en los incensarios-, la especialista identificó la presencia de los Dioses Remeros: Jaguar y Espina de Mantarraya, así como de Xook/Jaguar e Imix/Serpiente.
"El Remero Jaguar se distingue por un tocado de jaguar, mientras que el Remero Espina de Mantarraya porta una espina atravesada en el septo (tabique) de la nariz y exhibe también un tocado de Xook, animal mítico".
De la misma manera que en el caso de los Remeros, Xook/Jaguar e Imix/Serpiente presentan ciertas peculiaridades en los rostros de los mascarones centrales que los diferencian de otras representaciones de GIII.
En el caso de Xook/Jaguar, GIII presenta sobre el mascarón central: las fauces de un jaguar dentro de la figura del Monstruo Xook, dos diademas con seres fantásticos, un ave, y en el remate, el dios K'awiil (maíz) recostado; mientras, de Imix /Serpiente son distintivos el Monstruo Imix, una diadema similar a la de Chaak (el dios de la lluvia), dos serpientes y en el remate, una greca escalonada.
En opinión de la experta, los cinco tipos de incensarios definidos, deben expresar una idea cosmológica: el esquema geométrico del cosmos y de la tierra en cinco secciones.
Es decir que las divinidades refieren cada uno de los rumbos cósmicos, en el centro se halla GI y las dos parejas de GIII están asociadas a las cuatro esquinas.
"Es sorprendente ver reflejados en Palenque, conceptos míticos y de la estructura del cosmos que únicamente conocíamos por escritos coloniales y contemporáneos. En los rituales palencanos se escenificaba la creación del mundo a través de la colocación de los árboles-incensarios en los diferentes rumbos cósmicos", expresó.
Los incensarios fueron parte fundamental de las ceremonias religiosas en toda el área maya. En Palenque, la mayoría de éstos se descubrieron en el Grupo de las Cruces y por las inscripciones jeroglíficas se conoce que fueron llamados Ox P'uluut K'u o Dioses Incensario.
Estos objetos se usaban cerca de 20 años, luego eran retirados de los templos y sepultados en espacios sagrados, esto explica el hallazgo de un centenar de ellos.
En el cuerpo cilíndrico se representaban deidades, pero también los rostros de antepasados de alto rango; y en la parte superior se colocaban los braseros para quemar copal junto con la sangre obtenida del autosacrificio.
*Fuente. http://www.informador.com.mx
sábado, 4 de abril de 2009
Mámoas bajo asedio en O Morrazo
A las pintadas o a su uso como vertedero, los vándalos incluyen ahora los restos prehistóricos en circuitos de motos e incluso llevaron un retrete a Chan de Armada
Las gracias de los vándalos no conocen límites a la hora de ensañarse con las mámoas situadas en el monte entre los límites de Marín y Vilaboa. La mámoa marinense de Chan de Armada, situada en el cruce de Sobreiras y O Pereiro, es el monumento prehistórico que ha sufrido mayores destrozos de forma periódica en el último año.Este yacimiento megalítico fue excavado en el 2008 por el arqueólogo Xoán Carlos Castro, que llevó a cabo con su equipo una restauración integral del monumento varias veces milenario. De hecho, Chan de Armada es muy conocido en los círculos de historiadores y arqueólogos gallegos, habiendo sido excavada en los años cincuenta del siglo XX por Carlos Sobrino.
No obstante, las agresiones contra esta mámoa son constantes. Al poco tiempo de su restauración, los vándalos le hicieron una visita y dejaron como particular recuerdo de su estancia una pintada de color azul, que no solo afea el conjunto arqueológico sino que supone un riesgo para su integridad. Castro explicó que la piedra de Chan de Armada es de muy mala calidad y que cualquier operación de limpieza tendrá que hacerse con mucho cuidado. El chorreo está totalmente descartado por la erosión que supone. Tan delicada es la piedra de esta mámoa que los especialistas apostaron por no volver a colocar la tapa en su sitio. La razón es que esta gran losa está muy deteriorada, algo agrietada y podría acabar cediendo y quebrándose en su interior.
Los vándalos no respetaron tampoco la tapa. A algún simpático le pareció el lugar más idóneo para dejar un retrete, que tuvo que retirar la comunidad de montes de San Tomé, ante la vergüenza ajena que sintieron sus responsables. El presidente de los comuneros, Daniel Rosales, pidió mano dura contra los vándalos, que tampoco respetan los dólmenes y la cista de Chan de Castiñeiras. Allí son los motoristas los que pasan por encima de los túmulos, arrasando el césped y desestabilizando los monumentos.
*Fuente. La Voz de Galicia.
**La noticia es indignante, ya no hay conciencia, no hay ni el más mínimo respeto por nuestros monumentos y patrimonio. Lo curioso es que es un fenómeno global, hace pocos días se publicaba otra noticia del mismo tipo pero con restos protagonistas de la cultura Olmeca. Varias de las míticas cabezas colosales olmecas habían sido víctimas de pintadas por lo que los directores de la zona se estaban planteando el "guardarlas" en los museos puesto que la limpieza de la pintura iba a ser costosa al poder desgastar el material del monumento. Viendo como está el panorama ,(en esta noticia nos indican que no es un sólo ataque esporádico sino que son continuos) quizá lo más recomendable sea eso, defender nuestro patrimonio bajo llave moviendo de su entorno original todos estos tesoros que todavía mantenemos. Tal y como se denuncia en la parte final del artículo, estas erosiones son constantes en los momumentos gallegos, cuando no son los vándalos son los propios vecinos de la zona, como en su día comprobé al recorrer la ruta de los dólmenes gallegos, destrozando día a día los túmulos, removiendo tierras y estrechando el conjunto a únicamente lo que ellos consideran que vale, lo que se ve. Muchas de estas agresiones están denunciadas pero las autoridades pocas veces ponen freno a estas situaciones, lo dicho, indignante.
Las gracias de los vándalos no conocen límites a la hora de ensañarse con las mámoas situadas en el monte entre los límites de Marín y Vilaboa. La mámoa marinense de Chan de Armada, situada en el cruce de Sobreiras y O Pereiro, es el monumento prehistórico que ha sufrido mayores destrozos de forma periódica en el último año.Este yacimiento megalítico fue excavado en el 2008 por el arqueólogo Xoán Carlos Castro, que llevó a cabo con su equipo una restauración integral del monumento varias veces milenario. De hecho, Chan de Armada es muy conocido en los círculos de historiadores y arqueólogos gallegos, habiendo sido excavada en los años cincuenta del siglo XX por Carlos Sobrino.
No obstante, las agresiones contra esta mámoa son constantes. Al poco tiempo de su restauración, los vándalos le hicieron una visita y dejaron como particular recuerdo de su estancia una pintada de color azul, que no solo afea el conjunto arqueológico sino que supone un riesgo para su integridad. Castro explicó que la piedra de Chan de Armada es de muy mala calidad y que cualquier operación de limpieza tendrá que hacerse con mucho cuidado. El chorreo está totalmente descartado por la erosión que supone. Tan delicada es la piedra de esta mámoa que los especialistas apostaron por no volver a colocar la tapa en su sitio. La razón es que esta gran losa está muy deteriorada, algo agrietada y podría acabar cediendo y quebrándose en su interior.
Los vándalos no respetaron tampoco la tapa. A algún simpático le pareció el lugar más idóneo para dejar un retrete, que tuvo que retirar la comunidad de montes de San Tomé, ante la vergüenza ajena que sintieron sus responsables. El presidente de los comuneros, Daniel Rosales, pidió mano dura contra los vándalos, que tampoco respetan los dólmenes y la cista de Chan de Castiñeiras. Allí son los motoristas los que pasan por encima de los túmulos, arrasando el césped y desestabilizando los monumentos.
*Fuente. La Voz de Galicia.
**La noticia es indignante, ya no hay conciencia, no hay ni el más mínimo respeto por nuestros monumentos y patrimonio. Lo curioso es que es un fenómeno global, hace pocos días se publicaba otra noticia del mismo tipo pero con restos protagonistas de la cultura Olmeca. Varias de las míticas cabezas colosales olmecas habían sido víctimas de pintadas por lo que los directores de la zona se estaban planteando el "guardarlas" en los museos puesto que la limpieza de la pintura iba a ser costosa al poder desgastar el material del monumento. Viendo como está el panorama ,(en esta noticia nos indican que no es un sólo ataque esporádico sino que son continuos) quizá lo más recomendable sea eso, defender nuestro patrimonio bajo llave moviendo de su entorno original todos estos tesoros que todavía mantenemos. Tal y como se denuncia en la parte final del artículo, estas erosiones son constantes en los momumentos gallegos, cuando no son los vándalos son los propios vecinos de la zona, como en su día comprobé al recorrer la ruta de los dólmenes gallegos, destrozando día a día los túmulos, removiendo tierras y estrechando el conjunto a únicamente lo que ellos consideran que vale, lo que se ve. Muchas de estas agresiones están denunciadas pero las autoridades pocas veces ponen freno a estas situaciones, lo dicho, indignante.
jueves, 2 de abril de 2009
Inicia INAH exploración de Ichkabal
La zona arqueológica de Ichkabal, cercana a Bacalar, tiene vestigios mayas que se encuentran cubiertos por la selva. (Fotos INAH)
En 1995, el señor Alejandro Cano, fundador del rancho "El Suspiro", localizado en el ejido de Bacalar, en Quintana Roo, informó de la existencia de vestigios prehispánicos a los arqueólogos Luz Evelia Campaña y Javier López Camacho, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes en aquellos tiempos realizaban un recorrido por el sur del estado, haciendo trabajos de registro de sitios prehispánicos.
Cuando los arqueólogos llegaron al lugar, se dieron cuenta de que se trataba de un enorme asentamiento maya, iniciaron el mapeo del lugar y a recabar información básica sobre el asentamiento, que permitió saber que se trataba de una ciudad de primer orden, cuya estructura más grande mide 200 mts. de base y 46 mts. de altura. La disposición de los edificios, su monumentalidad y algunos sondeos realizaron, permitieron saber que se trata de una ciudad cuya construcción inició en la época Preclásica, unos 250 años antes de Cristo.
Aunque en superficie no se aprecian sus detalles arquitectónicos -sólo se observan los montículos cubiertos por la exuberante vegetación de la zona- por sus características se intuyen construcciones estilo Petén. El sitio está bien conservado, aunque se han registrado algunos intentos de saqueo, posiblemente de los años setenta y ochenta.
Este año, el Dr. Enrique Nalda y un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia han iniciado un amplio proyecto de exploraciones en el sitio, habiendo dado formalmente inicio a las excavaciones este mes de marzo. Actualmente se están excavando dos de las estructuras principales y se espera que este mismo año los trabajos se amplíen a otros sectores del sitio, incluyendo estructuras menores, a fin de conocer menor la secuencia de ocupación de la ciudad y el funcionamiento de sus diversas construcciones.
Ichkabal seguramente fue el asiento de una entidad política importante, debido a que en las ciudades tempranas siempre existió la búsqueda de validar el poder de los gobernantes a través de grandes proyectos constructivos, como los que se han registrado en este sitio.
Actualmente, el Gobierno del Estado de Quintana Roo y el Municipio de Othón P. Blanco construyen el camino de acceso al sitio, lo cual será un avance importantísimo, pues anteriormente el camino era intransitable en temporada de lluvias. El sitio quedará protegido de invasiones y nuevas construcciones, manteniéndose como una reserva arqueológica y natural gracias al interés del ejido de Bacalar por preservar esta zona. La comunidad de "El Suspiro", pequeña ranchería cercana al poblado, en particular, la familia Cano Castillo, sucesores del descubridor del sitio, ha brindado un valioso apoyo para el desarrollo del proyecto.
Se espera que en dos años más, el sitio pueda ser visitado. Actualmente, el acceso a Ichkabal es restringido, por lo que no es recomendable que se intente visitarlo hasta no tener las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de los visitantes y la preservación del sitio.
Sin duda Ichkabal, asentamiento de aproximadamente 30 kilómetros cuadrados, aportará importante información arqueológica sobre la antigua cultura maya asentada en el sur de Quintana Roo. Al concluirse la primera etapa de los trabajos arqueológicos, el sitio se incorporará a un muy atractivo circuito turístico de las zonas arqueológicas del sur de Quintana Roo, generando una amplia ruta que partiría de de Bacalar, pasando por Ichkabal, Dzibanché, Kinichná, Kohunlinch y, en el futuro, Chakanbakán, con importantes beneficios para los habitantes de la región.
*Fuente. Noticaribe. http://antiguaymedieval.blogspot.com/2009/04/cuando-los-arqueologos-llegaron-al.html
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