miércoles, 28 de abril de 2010

Termina exploración en Tlatelolco

SUMAN 131 LOS ENTIERROS DESCUBIERTOS EN TLATELOLCO

**Arqueólogos del INAH concluyeron recientemente la exploración del complejo funerario descubierto hace un par de años en esta zona arqueológica. Los restos óseos están en análisis para determinar su antigüedad con precisión; podrían corresponder a los albores del siglo XVI.


Más de 130 entierros, probablemente del siglo XVI, fueron hallados en el Gran Basamento de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, en la Ciudad de México, durante la más reciente temporada de exploraciones, y están siendo analizados para determinar su antigüedad.

Los primeros indicios de este complejo funerario sin precedentes fueron registrados dentro del sitio prehispánico entre 2008 y 2009, lapso en el que hasta ese momento se habían contabilizado 50 osamentas.

El conjunto de esqueletos fue hallado en una ubicación ordenada a partir del centro de la edificación prehispánica, donde hasta hace algunos meses arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) lograron la recuperación de 126 de las 131 osamentas registradas, el resto no fueron exhumadas por cuestiones de conservación.

El arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo, director del proyecto arqueológico, comentó que para determinar la temporalidad y filiación étnica de los individuos, durante este año se continúa con la fase del análisis de los restos óseos, los materiales asociados (cerámica prehispánica y colonial, fragmentos de madera, restos de textiles y metal) y las características del contexto mortuorio.

“Hasta el momento se ha podido observar que el complejo funerario está compuesto por seis niveles de entierros, la mayoría, orientados de norte a sur y dispuestos de manera ordenada. Debajo del depósito de esqueletos se detectó parte de un piso de estuco de manufactura prehispánica, del cual se tomaron muestras para su fechamiento en laboratorio.

“Las excavaciones han arrojado gran cantidad de evidencias arqueológicas que requieren estudio e interpretación para su posterior difusión”, comentó el también coordinador nacional de Arqueología del INAH.

Recordó que a lo largo de la exploración, en este sitio arqueológico del norte de la Ciudad de México se rescataron los esqueletos de 131 individuos de diferentes edades y de ambos sexos, algunos de los cuales se encontraron asociados a fragmentos de madera, por lo que se puede inferir que fueron enterrados en ataúdes y a la usanza cristiana.

Por su parte, Lucía Sánchez de Bustamante, jefe del Departamento de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, anotó que en meses pasados concluyeron las excavaciones en esta área. Aunque no se agotó la recuperación de todos los entierros. “De los 131 entierros identificados sólo recuperamos 126, el resto por cuestiones de conservación de los restos óseos no fueron exhumados y se les protegió para levantarlos en cuanto prosigan las excavaciones”, explicó.

De los estudios, dijo, se ha avanzado en la identificación de algunas muestras de madera que se usó para la elaboración de los féretros, análisis llevado a cabo por la doctora Aurora Montúfar, de la Subdirección de la Laboratorios y Apoyo Académico del INAH.

Asimismo, ya fueron restauradas las piezas de metal que se encontraron asociadas, como clavos y cruces, broches, anillos y pendientes por citar algunos.

Además de los análisis de identificación de maderas, carbono 14 y análisis de suelos que se realizan en los laboratorios de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México colabora con el fechamiento de los estucos localizados en las exploraciones del complejo funerario.

A fines de 2009, en el sitio prehispánico de Tlatelolco, también se terminaron los trabajos de excavación e investigación que se desarrollaban en la Caja de Agua y en la etapa II del Templo Mayor; los cuales se prevé continuar durante 2010 con el fin de reafirmar o reconsiderar las hipótesis planteadas durante la temporada.

Cabe mencionar que el hallazgo de este complejo funerario se registró como parte de las investigaciones que arqueólogos del INAH realizan en el sitio desde 2008, con el fin de obtener mejores evidencias materiales que confirmen la fecha de construcción de la Etapa I del Templo Mayor de Tlatelolco, con lo cual se determinaría el momento de su fundación.

*Fuente. INAH





No hay comentarios: