lunes, 8 de junio de 2009

Avanzan estudios sobre la dinastía maya Kaan en Quintana Roo

Uno de los misterios más interesantes de los mayas que se refiere a la dinastía Kaan, el más famoso reino y poderoso de todos los antiguos Estados mayas, podría esclarecerse con los trabajos de exploración que se realizan en Ichkabal área ignota del estado de Quintana Roo.
El doctor Enrique Nalda, director del Proyecto Arqueológico Sur de Quintana Roo del INAH, anunció que la primera etapa está prevista a dos años y abarcará la excavación y restauración de cuatro edificios.

Sin embargo, se espera encontrar respuesta a temas, como el sistema agrícola, los alcances de su relación con Teotihuacan.
Explicó que las primeras excavaciones en el sitio han dejado al descubierto una serie de estructuras que datan del Preclásico Superior (inicios de nuestra Era), resaltó que esto permite la posibilidad de que algunas subestructuras puedan fecharse para el Preclásico Medio, hacia 500 a.C.

Asimismo desctacó que durante los trabajos podría esclarecerse la relación de Teotihuacan con el área maya, durante el auge de la megaurbe del Altiplano en el período Clásico y determinar si la presencia teotihuacana en la región fue "simbólica", pues los vestigios de esta civilización hallados en otros sitios mayas son tardíos.

El especialista del INAH señaló que recientes hallazgos en el sitio de Dzibanché -a sólo 10 kilómetros al sudoeste de Ichkabal- y donde el INAH ha trabajado de manera sistemática durante 22 años, demuestran que dicha estirpe se asentó ahí entre 450 y 620 d.C., y más tarde se trasladó a Calakmul, en Campeche.


A partir de estos descubrimientos puntualizó "empezamos (el equipo del Proyecto Arqueológico Sur de Quintana Roo) a disertar dónde estarían los orígenes de este linaje; algunos expertos proponen que se encuentran en El Mirador, una zona arqueológica localizada en la frontera guatemalteca."
"Sin embargo, hoy día consideramos que no es necesario ir tan lejos, que habría que rastrear la región en busca de un sitio de cierta monumentalidad que hubiese tenido una ocupación importante durante los cuatro primeros siglos de nuestra Era. Ichkabal, con tres kilómetros de radio, es el lugar adecuado para indagar los inicios de la dinastía Kaan", agregó.

De ser así se afirmaría la hipótesis de que ni el comercio ni la guerra, ni los movimientos migratorios, fueron los factores determinantes de la presencia teotihuacana en el área maya.

Enrique Nalda manifestó que "en Dzibanché concluimos que su abandono no se dio en el siglo IX, hacia el llamado `colapso maya' del Clásico, esto porque encontramos evidencia de una ocupación muy intensa que pudo haberse extendido hasta el momento de la llegada de los españoles a Yucatán a comienzos del siglo XVI."

"Cada vez más nos sorprende esta continuidad habitacional, de ahí que las exploraciones en Ichkabal contribuirán a terminar con el mito del 'colapso maya' que alude al abandono de los grandes centros ceremoniales a fines del Clásico, por el 900d.C., y su soledad absoluta hasta la Conquista".


Nalda resalto que hay otro aspecto fundamental relacionado con el sustento de la población maya y que puede discernirse en Ichkabal: el sistema agrícola; es decir, saber si practicaron una agricultura intensiva aparte de la de "tumba y quema", una propuesta que ha sido manejada en términos, académicos desde los años 70 y que no se ha podido corroborar o descartar debido a la falta de evidencia arqueológica.


Esta tesis, encabezada principalmente por el arqueólogo estadounidense Peter Harrison, sostiene que los mayas construyeron campos levantados, que son una especie de chinampas, pero no en cuenca cerrada, sino en bajos o en los meandros de los ríos.
Por otra parte, Nalda concluyó que "las excavaciones en Dzibanché nos hicieron suponer que no hubo necesidad de modificar el terreno, toda vez que en la Península de Yucatán se distribuyen laderas de suave pendiente y terrenos planos inundables. Esta teoría la podríamos confirmar en Ichkabal porque estamos sobre terreno virgen, terreno que los mayas abandonaron".

Fuente. El informador

**Dos de los temas más complicados en el estudio de Calakmul son tratados en esta noticia, la capitalidad de Calakmul y la historia de la dinastía reinante. Tras los últimos estudios parece que se va desvelando aquello que iban intuyendo los investigadores y es que Calakmul fue durante un periodo de tiempo la capital del reino de la serpiente pero no fue ni la primera ni la única, quizá tomó el testigo de Dzibanché de la misma manera que ésta lo tomó de una capital anterior. Probablemente, tal y como afirma S. Marín, el estudio de los glifos-emblema, tanto de la serpiente como el del murciélago, que se repiten y resurgen en ciertas épocas cumplirán un papel fundamental para la resolución del debate que existe en torno a la capitalidad de Calakmul. Lo que ya me sorprende bastante más de esta noticia es la idea de la relación con Teotihuacán. Durante la denominada Star War entre Calakmul y Tikal se ensalzó, como uno de los motivos, el creciente poderío alcanzado por Tikal con la dominación de territorios de pasos comerciales, gracias al (posible) apoyo de Teotihuacán. Los gobernantes de Calakmul posiblemente recelosos del aumento de poder de Tikal gracias a una ayuda foránea comenzaron a organizarse y a levantarse contra el orden establecido; los estudiosos (por lo menos hasta hace unos años) afirmaban que Calakmul nunca había tenido contactos ni aceptado tratos con gente de Teotihuacán. Si esto es así ¿los estudios que esta llevando a cabo Nalda mostrarían que antes de que Calakmul fuese capital, los gobernantes Kaan si que tuvieron contactos con Teotihuacán?, ¿es realmente lo que está afirmando Nalda?; y si en el hipotetico caso de que se confirmen estas relaciones ¿por qué no se produjo una alianza como la que hubo con Tikal?. Me surgen muchas cuestiones al leer esta noticia, como siempre el estudio de Calakmul avanza y se renueva, de confirmarse estas investigaciones habría que empezar a replantearse lo conocido hasta ahora.

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