La profesora de la Universidad de Harvard (Boston) Karen King ha revelado un documento que puede abrir un debate sobre el estado civil de Jesucristo. La experta en historia de la cristiandad ha traducido un fragmento del siglo IV, escrito en copto —egipcio antiguo—, que reproduce un diálogo entre Jesús y sus discípulos y en el cual habla de su mujer, a la que llama María, según se extrae del informe de la experta. Un descubrimiento que, en todo caso, está muy lejos de ser definitivo
El fragmento, el primero que hace referencia explícita a una relación conyugal del fundador del cristianismo y al que se ha denominado El evangelio de la mujer de Jesús, es una copia de un texto probablemente escrito en el siglo II. La cita textual que se puede leer es: “Y Jesús les dijo: mi mujer”. El diálogo continúa con la discusión de si esta mujer, María, merece ser parte de la comunidad, a lo que él contesta: “Ella puede ser mi discípula también”, asegura King. En el diálogo, Jesús también habla de su madre en dos ocasiones. El papiro contiene ocho frases incompletas y está muy dañado.
El papiro, de tamaño pequeño, de ,65 centímetros de alto por 19,3 de ancho, refuerza la idea de que los primeros cristianos conversos creían que Jesús había estado casado. La tradición cristiana "siempre ha dicho que no lo estaba", explica la experta, "a pesar de no existir evidencias que respalden esta afirmación", puntualiza.
“El fragmento no es una prueba definitiva que evidencie que el Jesús histórico estuviera casado, pero puede suscitar dudas en torno a las cuestiones familiares y del matrimonio que promulga la fe cristiana. Este texto demuestra que la última decisión sobre si Jesús estaba casado o no con María fue resultado de un debate ferviente entre la sexualidad y el matrimonio”, asegura King en la introducción de su estudio. La profesora añade que, “desde el principio, los cristianos se mostraron de acuerdo con la idea de que Jesús estuviera casado. No fue hasta un siglo después de su muerte cuando realmente se empezó a proclamar que no era así”.
El papiro pertenece actualmente a un coleccionista privado, que se lo envió a King en el año 2010 para su traducción. Aunque cuando llegó a sus manos la experta pensó que no era auténtico, al estudiarlo cambió de opinión. “Tanto el idioma en el que está escrito como sus condiciones de conservación orgánica muestran que su origen es copto”, continúa King. La profesora tradujo el fragmento junto a otra docente de la universidad de Princeton, Anne Marie Luijendijk, y el director del Instituto de Estudios del mundo Antiguo, Roger Bagnall. King ha presentado el hallazgo en un congreso, de seis días de duración, en las universidades romanas La Sapienza y el Instituto Agustiniano de la Pontificia Lateranense. A pesar de que los medios de comunicación del Vaticano suelen cubrir este tipo de actos académicos, no ha habido ninguna mención del descubrimiento de la profesora en ninguno de ellos, según explica The Huffington Post.
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