En el sitio arqueológico Fin del Mundo, en el semidesierto de
Sonora, arqueólogos hallaron dicho artefacto para caza, cuya antigüedad
se estima en cerca de 12,000 años. La punta de proyectil es un tipo de herramienta elaborada en piedra
por los grupos Clovis, considerados por mucho tiempo los primeros
pobladores del continente americano.
Una nueva punta Clovis de alrededor de 12,000 años de antigüedad y en perfecto estado de conservación fue descubierta en el sitio arqueológico Fin del Mundo, en el semidesierto de Sonora, considerado un paraíso del periodo Pleistoceno Terminal, donde grupos de cazadores-recolectores elaboraron herramientas de piedra y practicaron la cacería de grandes animales hace 10,000 y 12,500 años.
El descubrimiento se registró durante la cuarta temporada de exploraciones arqueológicas efectuada en la primavera de este año, en la que se dio continuidad a la excavación de la Unidad 1, donde desde 2007 hasta la fecha se han encontrado diversas herramientas de lítica tipo Clovis y huesos de dos ejemplares de un animal extinto, llamado gonfoterio (parecido al mamut), lo que permite advertir una escena de cacería del Pleistoceno.
La punta Clovis es un tipo de herramienta elaborada en piedra por los grupos Clovis, considerados por mucho tiempo los primeros pobladores del continente americano, cuyos vestigios se han fechado en alrededor de 12,000 años, correspondiente al periodo Pleistoceno Terminal.
La arqueóloga Guadalupe Sánchez, directora del proyecto de investigación en Fin del Mundo, desarrollado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) con apoyo de la Universidad de Arizona y National Geographic Society, destacó que el descubrimiento de esta nueva punta de proyectil se suma a otros ocurridas entre 2007 y 2011, “y viene a reforzar la idea de que en este sitio del norte de México habitaron los Clovis por largo tiempo y que debieron cazar gonfoterios, un animal cuyos restos no se habían encontrado en relación con el hombre en América.
Una nueva punta Clovis de alrededor de 12,000 años de antigüedad y en perfecto estado de conservación fue descubierta en el sitio arqueológico Fin del Mundo, en el semidesierto de Sonora, considerado un paraíso del periodo Pleistoceno Terminal, donde grupos de cazadores-recolectores elaboraron herramientas de piedra y practicaron la cacería de grandes animales hace 10,000 y 12,500 años.
El descubrimiento se registró durante la cuarta temporada de exploraciones arqueológicas efectuada en la primavera de este año, en la que se dio continuidad a la excavación de la Unidad 1, donde desde 2007 hasta la fecha se han encontrado diversas herramientas de lítica tipo Clovis y huesos de dos ejemplares de un animal extinto, llamado gonfoterio (parecido al mamut), lo que permite advertir una escena de cacería del Pleistoceno.
La punta Clovis es un tipo de herramienta elaborada en piedra por los grupos Clovis, considerados por mucho tiempo los primeros pobladores del continente americano, cuyos vestigios se han fechado en alrededor de 12,000 años, correspondiente al periodo Pleistoceno Terminal.
La arqueóloga Guadalupe Sánchez, directora del proyecto de investigación en Fin del Mundo, desarrollado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) con apoyo de la Universidad de Arizona y National Geographic Society, destacó que el descubrimiento de esta nueva punta de proyectil se suma a otros ocurridas entre 2007 y 2011, “y viene a reforzar la idea de que en este sitio del norte de México habitaron los Clovis por largo tiempo y que debieron cazar gonfoterios, un animal cuyos restos no se habían encontrado en relación con el hombre en América.
Asimismo, indicó que hasta el momento, en el país, se han descubierto
muy pocas puntas Clovis, alrededor de 127, y fuera del estado de Sonora
no hay muchas evidencias de los primeros pobladores del continente.
La punta de proyectil, abundó la arqueóloga del INAH, se descubrió a ocho centímetros por debajo del contexto donde en 2008 se halló una mandíbula y fragmentos del cráneo de un gonfoterio; debajo y alrededor de esta pieza lítica había gran cantidad de pedazos de diente —de entre 1 y 2 cm de largo—, que podrían pertenecer al maxilar de este mismo proboscídeo (antepasado del elefante).
El artefacto, elaborado en riolita, se halló en perfecto estado de conservación, mide 11 centímetros de largo, tiene la base cóncava, esta pulido y sus bordes aún tienen filo, por lo que los arqueólogos piensan que el cazador pudo perderlo durante el forcejeo con el animal.
Guadalupe Sánchez indicó que además de la punta Clovis, durante la más reciente fase de exploración en el sitio arqueológico Fin del Mundo, también se descubrieron cuatro fragmentos de carbón, que estaban en el mismo estrato donde se encontró la punta; “tal vez ese carbón se convierta en el hallazgo más importante de la temporada de investigación, porque da la oportunidad de fechar con precisión el evento de cacería que estamos identificando que, de manera preliminar, hemos calculado de una antigüedad de entre 10,000 y 12,500 años”.
Además, añadió, a través de recorridos sistemáticos de superficie, es decir, la búsqueda meticulosa sobre el suelo, se registraron cuatro nuevos puntos con vestigios arqueológicos. “En dos de ellos, ubicados en las inmediaciones de Fin del Mundo, se identificaron campamentos Clovis. En el primero, denominado Localidad 10, se encontraron tres bases de puntas de proyectil (es decir la herramienta rota sin la punta) y otros artefactos líticos de la misma filiación cultural: una preforma (piezas que no fueron terminadas), tres raspadores y navajas; en tanto que en el segundo, llamado Localidad 23, se hallaron dos preformas y un raspador.
La arqueóloga Sánchez resaltó que en este último punto del sitio, se efectuaron diversas pruebas con un barreno, cuyos resultados arrojan una alta probabilidad de que existan contextos arqueológicos enterrados, por lo que se prevé su excavación en próximas temporadas.
En lo que se refiere a los otros dos puntos descubiertos, que los especialistas han denominado como Localidad 21 y Localidad 22, la experta del INAH especificó que se trata de un par de lomas ubicadas en el sector Este del sitio, en cuya superficie hay grandes rocas de riolita. Junto a estas piedras se encontraron núcleos subprismáticos, lascas grandes y desechos de talla, indicativos de que se trata de yacimientos de explotación de riolita.
“Muchas de las herramientas (bifaciales grandes, preformas y por lo menos dos puntas de proyectil Clovis) están elaboradas en riolita, seguramente los grupos Clovis de Fin del Mundo utilizaron los yacimientos de las localidades 21 y 22 para hacer sus artefactos”.
La punta de proyectil, abundó la arqueóloga del INAH, se descubrió a ocho centímetros por debajo del contexto donde en 2008 se halló una mandíbula y fragmentos del cráneo de un gonfoterio; debajo y alrededor de esta pieza lítica había gran cantidad de pedazos de diente —de entre 1 y 2 cm de largo—, que podrían pertenecer al maxilar de este mismo proboscídeo (antepasado del elefante).
El artefacto, elaborado en riolita, se halló en perfecto estado de conservación, mide 11 centímetros de largo, tiene la base cóncava, esta pulido y sus bordes aún tienen filo, por lo que los arqueólogos piensan que el cazador pudo perderlo durante el forcejeo con el animal.
Guadalupe Sánchez indicó que además de la punta Clovis, durante la más reciente fase de exploración en el sitio arqueológico Fin del Mundo, también se descubrieron cuatro fragmentos de carbón, que estaban en el mismo estrato donde se encontró la punta; “tal vez ese carbón se convierta en el hallazgo más importante de la temporada de investigación, porque da la oportunidad de fechar con precisión el evento de cacería que estamos identificando que, de manera preliminar, hemos calculado de una antigüedad de entre 10,000 y 12,500 años”.
Además, añadió, a través de recorridos sistemáticos de superficie, es decir, la búsqueda meticulosa sobre el suelo, se registraron cuatro nuevos puntos con vestigios arqueológicos. “En dos de ellos, ubicados en las inmediaciones de Fin del Mundo, se identificaron campamentos Clovis. En el primero, denominado Localidad 10, se encontraron tres bases de puntas de proyectil (es decir la herramienta rota sin la punta) y otros artefactos líticos de la misma filiación cultural: una preforma (piezas que no fueron terminadas), tres raspadores y navajas; en tanto que en el segundo, llamado Localidad 23, se hallaron dos preformas y un raspador.
La arqueóloga Sánchez resaltó que en este último punto del sitio, se efectuaron diversas pruebas con un barreno, cuyos resultados arrojan una alta probabilidad de que existan contextos arqueológicos enterrados, por lo que se prevé su excavación en próximas temporadas.
En lo que se refiere a los otros dos puntos descubiertos, que los especialistas han denominado como Localidad 21 y Localidad 22, la experta del INAH especificó que se trata de un par de lomas ubicadas en el sector Este del sitio, en cuya superficie hay grandes rocas de riolita. Junto a estas piedras se encontraron núcleos subprismáticos, lascas grandes y desechos de talla, indicativos de que se trata de yacimientos de explotación de riolita.
“Muchas de las herramientas (bifaciales grandes, preformas y por lo menos dos puntas de proyectil Clovis) están elaboradas en riolita, seguramente los grupos Clovis de Fin del Mundo utilizaron los yacimientos de las localidades 21 y 22 para hacer sus artefactos”.
Trabajos arqueológicos en Fin del Mundo
Hasta la fecha, en Fin del Mundo se han encontrado un total de 25 puntas Clovis (seis de ellas completas, todas en la Localidad 1), así como otras herramientas líticas de la misma filiación cultural, que consisten en 45 raspadores, 31 navajas, cuatro núcleos de navajas y 38 bifaciales.
Cabe recordar que este sitio está compuesto por varias localidades de importancia arqueológica, geológica y paleoambiental que se han descubierto de manera paulatina entre 2007 y 2012; en una de ellas se registró el evento de cacería del gonfoterio, ocurrido posiblemente hace 10,000 y 12,500 años; las otras tres áreas se han definido como campamentos, y dos de éstas son yacimientos de riolita.
“Todos estos lugares hacen de Fin del Mundo uno de los sitios Clovis más importantes del oeste de Norteamérica y el más importante de México”, destacó Guadalupe Sánchez, al concluir que el estudio de este sitio es de gran importancia para la historia de Sonora y de México, toda vez que contiene depósitos preservados en los que se pueden observar algunos aspectos del comportamiento de los primeros hombres que poblaron el continente, amén de que brinda un registro detallado de la fauna, flora y los cambios climáticos extremos que ocurrieron al terminar la época glacial, y de cómo comenzó a formarse el desierto sonorense.
Hasta la fecha, en Fin del Mundo se han encontrado un total de 25 puntas Clovis (seis de ellas completas, todas en la Localidad 1), así como otras herramientas líticas de la misma filiación cultural, que consisten en 45 raspadores, 31 navajas, cuatro núcleos de navajas y 38 bifaciales.
Cabe recordar que este sitio está compuesto por varias localidades de importancia arqueológica, geológica y paleoambiental que se han descubierto de manera paulatina entre 2007 y 2012; en una de ellas se registró el evento de cacería del gonfoterio, ocurrido posiblemente hace 10,000 y 12,500 años; las otras tres áreas se han definido como campamentos, y dos de éstas son yacimientos de riolita.
“Todos estos lugares hacen de Fin del Mundo uno de los sitios Clovis más importantes del oeste de Norteamérica y el más importante de México”, destacó Guadalupe Sánchez, al concluir que el estudio de este sitio es de gran importancia para la historia de Sonora y de México, toda vez que contiene depósitos preservados en los que se pueden observar algunos aspectos del comportamiento de los primeros hombres que poblaron el continente, amén de que brinda un registro detallado de la fauna, flora y los cambios climáticos extremos que ocurrieron al terminar la época glacial, y de cómo comenzó a formarse el desierto sonorense.
*Fuente. INAH
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