Foto: Ramón Carrasco Vargas. |
Desde 1993 el proyecto Arqueológico Calakmul ha desarrollado una ingente
labor interdisciplinar de investigación, a fin de garantizar la
conservación integral de su Valor Universal Excepcional, tal y como fue
establecido por el Comité de Patrimonio Mundial en 2002 cuando el sitio
pasa a integrar la Lista de UNESCO de acuerdo a los Criterios (i), (ii)
(iii) y (iv). El sitio es testimonio singular de los intercambios e
influencias que durante más de 12 siglos de historia evidenciaron un
desarrollo urbano que incluía la edificación de conjuntos
arquitectónicos a modo de acrópolis, interconectadas por plazas y
patios. Calakmul fue una de las urbes más prominentes de la zona Maya
Central.
Descubierto en 1931, el sitio no ha dejado de sorprender a la comunidad
científica por su calidad urbanística. Ubicado en la reserva de la
biosfera de Calakmul, una de las más grandes de selva tropical, integra
una de las ciudades más importantes de la civilización maya conocidas
hasta hoy, fundada entre el 600 y 500 antes de nuestra era. Su
influencia en el periodo clásico incluía la Cuenca del Rio Usumacinta o
del Río Pasión, tal y como ha quedado referida en la epigrafía de la
historia del Petén.
Entre todas las acrópolis que componen el sitio, destaca la conocida
como Chii`k Naab´, uno de lo cuatro conjuntos que rodean la plaza
central. La estructura I de esta acrópolis es la más alta del paisaje
edificado. Cuando en el año 2005 se intervino arqueológicamente por
primera vez, se descubrió en este edificio una subestructura de
excepcional valor para la comunidad científica. Esta subestructura,
completamente recubierta de pintura mural, fue erigida entre los años
650 a 700 d.C. La estructura con una base de 12 metros por lado y 5
metros de altura, cuenta con una representación mural extraordinaria con
escenas de la vida cotidiana, aspecto de singular relevancia, dado que
se trata de una de las escasas representaciones pictóricas del mundo
maya en las que no se incorporan escenas de carácter religioso,
ceremonial o político.
Su descubrimiento ampliaba las posibilidades de estudio y además se
convertiría en un gran reto para la conservación. Se conoce que el clima
tropical provee de enormes dificultades para el tratamiento y la
conservación de pintura mural. Esto llevó al Director del Proyecto
Calakmul Ramón Carrasco Vargas y a María Cordeiro Baqueiro, Directora de
Conservación y Restauración, a plantearse una estrategia
multidisciplinaria de análisis e intervención, que ha ensayado novedosas
metodologías con el fin de demostrar que sí se pueden conservar unas
pinturas tan espectaculares en el mismo medio y condiciones en el que se
encontraron. Concordando con todos los estándares recomendados por las
organizaciones internacionales en términos de conservación arqueológica
integrada e universalmente aceptados desde la adopción de la Convención
de la Valetta en 1992. Los trabajos contaron con el apoyo técnico de
prestigiosos investigadores como el Dr. Piero Baglioni, del Departamento
de Química de la Universidad de Florencia y Director del Consorcio
Nacional de nanosistemas (CSGI), que desarrollaron pruebas en la
aplicación de nanotecnología.
Se estudió de forma escrupulosa todo el conjunto de factores
medioambientales para determinar las condiciones físico-químicas y
biológicas a las que se ven sometidos los materiales en Calakmul.
Además, la pintura mural tiene cierta porosidad por donde se captan
soluciones acuosas, siendo este elemento la causa principal de todas las
alteraciones físicas, químicas y biológicas.
Por otra parte hay que tener en cuenta que siempre hay áreas más
susceptibles al deterioro a causa del debilitamiento del material, en
ocasiones provocado por la presencia de sales en disolución, que
cristalizan en la superficie pictórica dañándola aún más. El crecimiento
de cristales dentro de los poros puede generar tensiones que son
suficientes para vencer la resistencia a la tensión de la capa pictórica
y convertirla en polvo. Este daño es atribuido a los mecanismos de
cristalización e hidratación de las mismas. Entre los diferentes tipos
de sales que nos podemos encontrar los sulfatos son los más peligrosos.
La cristalización de estas sales se genera con el aumento de las
moléculas de agua creando así un notable crecimiento de su volumen
ejerciendo presión en el capilar, provocando la aparición de fisuras,
empobreciendo del material cementante, provocando desplazamientos y
pulverulencia. Esto conlleva a la inevitable perdida de policromía en la
pintura mural. Temperaturas y niveles de humedad altos favorecen el
desarrollo de la mayor parte de los organismos y micro-organismos, ya
que todo material poroso sometido al medio ambiente es susceptible de
ser atacado por especies colonizadoras.
En el estudio de la restauración de la pintura mural, se han venido
utilizando productos inorgánicos como el hidróxido de calcio o el
hidróxido de bario que suponían ventajas para la consolidación por su
naturaleza mineral afines al material a tratar, por poseer una
estructura reticular y muchas propiedades físicas similares, siendo su
duración en el tiempo mucho más dilatada que la ofrecida por los
polímeros sintéticos. El proceso de deterioro de los polímeros se veía
más acentuado en el clima tropical creando un endurecimiento de la capa y
acelerando el proceso de oxidación, perdiendo además toda su
efectividad y provocando la formación de una capa impermeable que
conlleva la disolución y cristalización de las sales en el interior de
la pintura.
A la hora de comenzar la intervención se realizo un minucioso estudio
del estado conservación de la obra, que ha proporcionado un
conocimiento exhaustivo de cada una de sus áreas: zonas debilitadas,
zonas más compactadas, áreas expuestas a mayor humedad, áreas
susceptibles de proliferación de agentes biológicos, áreas que son mas
sensibles a la evaporación del agua y por ello susceptibles de que se
cristalicen las sales. Esta problemática nos ha permitido pronosticar
posibles deterioros y crear un protocolo que posibilite un mantenimiento
sostenido.
Uno de los principios a seguir fue la creación de una cubierta que permitiera no sólo proteger y conservar las pinturas, sino integrar al basamento al entorno urbano, respetando la estructuración urbanística, con el fin de establecer una conexión homogénea entre los edificios y espacios exteriores. Se buscó entonces establecer una renovación funcional que permitirá conservar la armonía urbanística y la tipología constructiva de los edificios. Además de la cubierta también se aplicó la propuesta innovadora de la utilización de nanopartículas de hidróxido de calcio, lo cual implica una reducción en las partículas en suspensión.
La nanotecnología ofrece nuevos conceptos y materiales para la
consolidación y protección de las pinturas murales. Esta nueva cal se
somete a una reacción de carbonatación lenta que realza el
fortalecimiento mecánico del soporte y la capa pictórica. En combinación
con el hidróxido de bario completa la transformación del yeso, formando
sulfatos de bario insolubles para la conservación del bien cultural.
En particular las nanopartículas de calcio y bario ofrecen una
solución versátil y de alta eficiencia. Es una nueva herramienta para
combatir los principales procesos de degradación que alteran las
pinturas murales y en particular las que se encuentran en climas
tropicales.
Todo el proceso de conservación esta siendo preparado para su
publicación. La difusión de esta metodología va a ser discutida en
ocasión de la reunión que va a tener lugar en Campeche en Marzo de 2013,
donde se darán cita todos los especialistas y gestores de sitios de
Patrimonio Mundial Maya, coordinada por el Centro de Patrimonio Mundial,
en el marco del Informe Periódico América Latina y Caribe. Los sitios
Patrimonio Mundial son magníficos laboratorios de análisis y de
investigación aplicada a la conservación. También, o me atrevería a
decir principalmente, los sitios inscritos deben concebirse como
laboratorios de investigación permanentes. La investigación y la
conservación deben aliarse en permanencia para poder conservar el Valor
Universal Excepcional para las generaciones futuras.
*Fuente. http://whc.unesco.org/es/actividades/685/