La Zona Arqueológica de Teotihuacan fue abierta al público el 13 de septiembre de 1910, como resultado de un lustro de trabajos previos de excavación y restauración. A lo largo de un siglo también se han llevado a cabo investigaciones ininterrumpidas en el sitio; para celebrar se han programado una serie de conferencias y exposicionesConocida como la “Ciudad de los Dioses”, la Zona Arqueológica de Teotihuacan —la más visitada del país— el próximo 13 de septiembre cumplirá cien años de haber sido abierta al público, tiempo durante el cual también se han realizado trabajos ininterrumpidos de investigación que han permitido profundizar en el conocimiento de esta antigua civilización, que en su tiempo (150 a.C. – 650 d.C.) llegó a ser la sexta ciudad más grande del mundo, sólo detrás de Constantinopla y Alejandría.
Fue el 13 de septiembre de 1910 cuando este sitio prehispánico fue abierto a la vista pública, luego de intensos trabajos de exploración, excavación, restauración y conservación durante el gobierno porfirista. Estas labores se desarrollaron de 1905 a 1910 a cargo del arqueólogo Leopoldo Batres, cinco años durante los cuales se concentró en la Pirámide del Sol.
Desde ese momento, el sitio prehispánico ha sido objeto de una serie de investigaciones continuas que dieron comienzo con las exploraciones de Batres, Manuel Gamio, Sigvald Linné, Alfonso Caso, Pedro Armillas, Eduardo Noguera, Ignacio Bernal, Jorge Acosta, Rubén Cabrera, Eduardo Matos, Guadalupe Mastache, Juan Vidarte y Laurette Séjourné, entre otros.
Las exploraciones continúan hasta hoy y han derivado en el reciente hallazgo en La Ciudadela de un túnel con una antigüedad de más de 1800 años de antigüedad, a cargo del arqueólogo Sergio Gómez.
Para conmemorar este primer siglo de investigaciones científicas en este sitio —declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987, y que es el más visitado del país, con un promedio de dos millones de personas al año—, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) ha organizado una serie de actividades académicas que se llevarán a cabo en lo que resta del año, y que darán comienzo el próximo 23 de septiembre con la develación de una placa conmemorativa, el ciclo de conferencias 100 años de la Pirámide del Sol, y una exposición fotográfica.
Las conferencias se desarrollarán los jueves 23 y 30 de septiembre y 7 de octubre, con la participación de destacados investigadores que han desarrollado sus estudios en Teotihuacan, como Eduardo Matos Moctezuma, Rubén Cabrera, Alejandro Villalobos, Linda Manzanilla y Arturo Menchaca, entre otros, que ofrecerán un recorrido por la historia de los hallazgos arqueológicos más relevantes que se han registrado a lo largo de una centuria.
A su vez, el 23 de septiembre también se inaugurará la exposición fotográfica Museo de Sitio, 100 años de historia, que reunirá 32 fotografías históricas provenientes de la Fototeca Nacional del INAH, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y la Hemeroteca Nacional de México.
La muestra abrirá con una fotografía emblemática de 1910, en la que aparecen Porfirio Díaz y Justo Sierra, en esa época presidente de México y secretario de Educación Pública, respectivamente, y el arqueólogo Leopoldo Batres, durante la inauguración oficial de Teotihuacan, y con la cual se conmemoró el Centenario de la Independencia de México.
La exhibición que estará vigente hasta noviembre en el Museo de Sitio, dará cuenta además de la serie de exposiciones que se han montado en ese lapso en los recintos museísticos del sitio, y a través de las cuales se han dado a conocer los objetos arqueológicos que se han hallado.
Como parte de los festejos del primer centenario de la apertura oficial de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, también se realizarán recorridos y pláticas especiales para los niños y jóvenes de las comunidades aledañas al sitio prehispánico.
A partir de los primeros días de septiembre y hasta diciembre autoridades de la zona arqueológica guiarán a grupos de estudiantes de las escuelas primarias cercanas a la zona, que serán los invitados distinguidos, con la idea de conozcan y valoren su patrimonio.
Otra de las actividades conmemorativas del primer siglo de exploraciones y apertura de la “Ciudad de los Dioses”, será la exposición Tras la huella de Tláloc, organizada por el INAH y la UNAM, y que mostrará la importancia que tuvo esta deidad de la lluvia en la cosmovisión mesoamericana.
En Teotihuacan se han hallado los primeros rasgos fundamentales de Tláloc, que después se vieron reflejados en el resto de las culturas de Mesoamérica. Esta exhibición que se presentará de noviembre a mayo de 2011 estará compuesta por una serie de reconstrucciones virtuales de esculturas y piezas alusivas a esta deidad, con lo que será la primera exposición multimedia que se presentará en Teotihuacan.
Un siglo de exploracionesLa encomienda del gobierno porfirista al arqueólogo Leopoldo Batres, de explorar en su totalidad la Pirámide del Sol en 1910, representó el inicio de las excavaciones sistemáticas en Teotihuacan.
Tras un periodo en que la zona debió vivir también los estragos de la Revolución, en 1918, Manuel Gamio encabezó un proyecto sin precedentes debido a su carácter multidisciplinario que no sólo buscaba el encuentro con el pasado sino la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de esta región. La iniciativa fue denominada: La población del Valle de Teotihuacan.
Durante sus exploraciones en La Ciudadela, Gamio descubrió la fachada del Templo de la Serpiente Emplumada, detrás de otra estructura que es conocida como la Plataforma Adosada.
Sigvald Linné, Alfonso Caso, Pedro Armillas, Eduardo Noguera, George Vaillant y Jorge Acosta, son algunos de los especialistas que llevaron a cabo investigaciones en áreas residenciales y ceremoniales del sitio, en la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, fue a partir de la década de los 60 que se dio un “boom” de proyectos que cambiarían la fisonomía de Teotihuacan, y los conocimientos sobre la misma.
El equipo de arqueólogos del INAH dirigido por Ignacio Bernal entre 1962 y 1964, se abocó tanto a áreas ceremoniales como habitacionales, entre ellas se puede mencionar la plaza de la Pirámide de la Luna y la Calzada de los Muertos, el Palacio del Quetzalpapálotl, el Templo de los Caracoles Emplumados, y los barrios de La Ventilla y Tetitla. Como parte del grupo de investigadores figuraban Rubén Cabrera, Eduardo Matos, Guadalupe Mastache, Juan Vidarte y Laurette Séjourné.
De la década de los 80 a este nuevo siglo se pueden citar el Proyecto Teotihuacan 1980-1982, coordinado por Rubén Cabrera; dentro del cual se excavaron conjuntos habitacionales en La Ciudadela, talleres de cerámica, el Complejo Oeste de la Calle de los Muertos y el Templo de la Serpiente Emplumada, éste último con la colaboración de George Cowgill y Saburo Sugiyama.
Entre 1992 y 1994, Eduardo Matos puso en marcha el Proyecto Especial Teotihuacan, en el que se rescataron varios sitios antiguos de la urbe prehispánica y en especial el Templo de la Serpiente Emplumada, además de excavarse la gran plataforma que rodea la Pirámide del Sol.
De tiempos recientes destacan los trabajos de Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama en la Pirámide de la Luna; los de Leonardo López Luján, Linda Manzanilla y William Fash, en el barrio de Xalla; los de Cabrera en el conjunto La Ventilla; y las labores de Sergio Gómez Chávez y Julie Gazzola, quienes exploran un túnel hallado en las inmediaciones de La Ciudadela.