lunes, 8 de septiembre de 2008

Galicia también es un paraíso neandertal

José maría bermúdez de castro Paleoantropólogo y codirector de Atapuerca

La genética y la paleontología demuestran que no hubo ni cruce ni descendencia de los «Homo sapiens sapiens», de los que somos herederos. Así lo recuerda José María Bermúdez de Castro

El neandertal ha vivido en Galicia. Se sabía, pero faltaba la constatación que ha facilitado Cova Eirós (Triacastela), que, además, presenta una característica que poseen pocos yacimientos paleolíticos: se trata de un espacio compartido en diferentes épocas por neandertales y Sapiens sapiens, destaca José María Bermúdez de Castro, codirector de los yacimientos pleistocénicos de la sierra de Atapuerca y director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana en Burgos.

-No es fácil encontrar una excavación así en la península Ibérica y hay que felicitar a sus directores, prosigue. Va a ser un yacimiento fantástico. Lo que es impensable es que hubiesen convivido en ese mismo espacio y al mismo tiempo neandertales y cromañones, porque estamos hablando de dos especies que se diferencian tanto que si pusiéramos encima de la mesa 50 cráneos , todo el mundo sabría distinguirlos sin ningún problema. Eran muy diferentes.


-¿Qué pasó entre ellos?
-No se sabe, es posible que coincidieran, que lucharan, cualquier cosa.

-Pero lo hicieron durante casi treinta mil años.
-Eso no quiere decir que tuvieran que estar juntos, aunque lo más probable es que compitieran. Es un modelo que conocemos perfectamente. Si en un entorno se introduce una especie nueva, va a competir con la autóctona y es posible que una de las dos desaparezca. Es posible que en aquella época la población sapiens tuviese más descendencia, menor mortalidad, alguna característica biológica del cerebro, quizás el simbolismo, o la suma de varios aspectos.

-Algunos científicos, cuando no pueden demostrar una idea, proyectan sus teorías asesorando a escritores, como en «El clan del oso cavernario», especialmente en el tema de la desaparición de los neandertales, que ha dado motivo a numerosos debates científicos. ¿Cuál es la suya?
-Una cosa es escribir una novela y otra mantener esa hipótesis con rigor. En el caso que nos cuenta Jean Auel, habría que volver al pasado para comprobarlo, y eso es complicado, lo que no quiere decir que no sea muy interesante.

-En esta y otras obras se señala posibilidad de un cruce entre ambas especies, con el resultado de una hibridación...
-Es difícil sostener eso. En el proyecto Genoma-Neandertal, en el que están participando investigadores españoles, las conclusiones son que no hubo hibridación y que si la hubo no se ha reflejado después en la descendencia

-Se ha dicho también que el neandertal, a pesar de su aspecto primitivo, tenía tanta capacidad craneal como el «Sapiens»; una gran fortaleza y la piel blanca. También que el cromañón era negro.
-Lo que se ha comprobado es que hay un gen que produce pelirrojos y que los neandertales, al menos en un caso estudiado, lo eran. Cuando vives en una zona con poca insolación, necesitas tener la piel blanca porque, si no absorbes los rayos ultravioleta, no sintetizas vitamina D y puedes padecer raquitismo. En otras con mucho sol hay que tener la piel oscura para evitar el cáncer de piel. Los humanos modernos que proceden de África llegan a Europa hace unos cuarenta o cincuenta mil años y probablemente eran más oscuros, pero... ¿más inteligentes? Eso es difícil de demostrar. ¿Qué es la inteligencia?

­-Hasta ahora, la inteligencia se medía por la capacidad craneal. ¿El hombre de Flores, con una cabeza del tamaño de un pomelo, pero herramientas correspondientes a estadios avanzados, rompe esa teoría?
-En el hallazgo de Flores hay hipótesis opuestas y alternativas a la que se contaron en un principio sobre poblaciones que quedan en una isla incomunicadas, y que, por tanto, reducen su talla. Hay otras que opinan que se trata de personas que tenían microcefalia y vivían hace unos doce mil años. De cualquier forma, en el cerebro no importa solo su tamaño, también sus características. Hay zonas como el neocortex que nos permiten una serie de capacidades como la planificación, la anticipación, el control de las emociones, el análisis o la reflexión. Y si los pequeños de Flores lo tenían, ¿por qué no iban a poder hacer herramientas?

-Restos de asentamientos de neandertales hallados en otros lugares, como por ejemplo en Moiá (Barcelona), muestran una técnica compleja, la conocida como Levallois, que implica que el autor tenía ya una idea previa antes de fabricar la pieza y que seleccionaba la materia prima para lograr un instrumento que sirviera para determinadas funciones.
-Los neandertales tenían una grandísima complejidad. Era gente con gran inteligencia y capacidad, como demuestran las herramientas y armas que fabricaban. Además, eran buenos cazadores y ocupaban un puesto preeminente en la pirámide ecológica, podían ser sorprendidos por un león, pero si ellos eran más de uno, el que huía, ¡seguro!, era el felino.

-¿Practicaban ya rituales de enterramiento?
-Sí, en Atapuerca tenemos un yacimiento de medio millón de años en la sima de los Huesos, donde tenemos indicios de preocupación por los muertos. Los neandertales clásicos, los que conocemos, datan de hace 150.000 años y en ese momento ya están inhumando cadáveres.

*Fuente. La Voz de Galicia

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