La fortificación mide tres metros de altura y pertenece a la época de mayor esplendor de la ciudad
Según explicó el director de la excavación, Yehiel Zelinger, este descubrimiento "permite hacernos una idea más clara de lo que era Jerusalén en aquella época, que fue la de su mayor esplendor". "Sabíamos que existían los restos de la muralla y por dónde pasaban, pero nunca la habíamos visto y ahora estarán a la vista de todo el mundo", añade, y puntualiza que el muro tiene una altura de más de tres metros. Sobre esa muralla de la época del Segundo Templo ha aparecido otro muro del periodo bizantino (324-640 d.C.).
"El hecho de que haya dos murallas de distintas épocas una sobre la otra nos hace pensar que siguen una línea topográfica para proteger el centro de la ciudad", explica Zelinger, para quien este dato "ofrece esperanzas de que encontremos también restos de la muralla en la época del Primer Templo (el Templo de Salomón, destruido en el 586 a.C.)".
Los restos de la parte sur de la muralla de la Ciudad Santa ya fueron excavados hace cerca de 120 años por el arqueólogo británico Frederick Jones Bliss, que puso al descubierto los muros a través de túneles que con el paso del tiempo se habían vuelto a llenar de tierra. A través de un estudio de referencias cruzadas entre los mapas de la excavación británica y planos actuales de la ciudad, los arqueólogos del IAA determinaron dónde estaban los túneles y volvieron a excavar la zona, en la que encontraron restos de aquella primera exploración, como un zapato y trozos de botellas de cerveza y vino de hace más de un siglo.
*Fuente. El País
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