En un fragmento escultórico con jeroglíficos mayas, especialistas lograron descifrar el denominativo de K’awiil, referido como señor de Po’, nombre original de Toniná. Esto aumentaría a 14 señores la línea dinástica hasta ahora conocida para esta antigua urbe que fue enemiga de Palenque
El nombre de un gobernante maya que hasta ahora no figuraba en la línea dinástica de la antigua ciudad de Toniná, en Chiapas, fue recientemente identificado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), a partir del desciframiento de una serie de jeroglíficos hallados en un fragmento escultórico. Con esta referencia aumentan a 14 los dignatarios registrados del linaje de esa urbe prehispánica que fue enemiga de Palenque.
Así lo dio a conocer el epigrafista Carlos Pallán Gayol, director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya), del INAH, quien explicó que el trozo de piedra contiene una serie de inscripciones en las que se lee el denominativo de K’awiil, referido como señor divino de Po’, nombre original de Toniná y que podría significar “blanco” en una antigua lengua mixe-zoqueana.
Las recientes investigaciones y trabajos de registro de monumentos realizados en la Zona Arqueológica de Toniná, en Chiapas, permitieron detectar en dicho resto escultórico el nombre (parcialmente dañado) de un gobernante que tiene como signo principal la cabeza del dios del relámpago, llamado K’awiil, seguido de otro signo que podría guardar cierta semejanza con una deidad de las tormentas, llamada Yopaat.
Carlos Pallán precisó que el alto rango de este personaje se infiere a partir del emblema que ostenta, con el título de "señor divino de Po’", cuyo uso era exclusivo de los gobernantes. Es posible que corresponda a un individuo masculino, difiriendo así de los nombres de tres señoras previamente identificadas como Ix Winik Timak K’awiil (madre del gobernante 9 de Toniná), Ix Muyal Chan K’awiil, de origen extranjero; e Ix K’awiil Kaan, quien parece haber gobernado en el sitio en el año 722 d.C.
El director del Ajimaya abundó que en coordinación con el doctor Juan Yadeun, encargado del Proyecto Arqueológico Toniná, a partir del estudio de inscripciones se ha podido reconstruir la línea dinástica de esta antigua ciudad maya. “Se trata de un listado que, tras incorporar la nueva evidencia que brinda el nombre glífico de K’awiil, aumentaría a 14 posibles gobernantes, todos asociados con el título de “señor divino de Po’”, y cuyos periodos en el poder abarcan un intervalo de cuatro siglos, que va de 501 a 909 d.C., aproximadamente”.
Pallán anotó que en dicha lista también se incluyen algunos sacerdotes de alto rango que desempeñaron un papel político importante, como Aj Ch’aaj Naah y K’elen Hix, quienes asumieron el control efectivo de Toniná durante momentos particularmente difíciles de su historia, como aquel que siguió a la derrota militar ante Palenque en 687 d.C.
Parte de estos conocimientos fueron dados a conocer recientemente en el taller práctico La historia antigua de Toniná, impartido por Carlos Pallán y Juan Yadeun a un grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), el marco de la conmemoración del décimo aniversario del Museo de Sitio de Toniná.
En ese sentido, el maestro Pallán explicó que uno los objetivos de las últimas temporadas de campo en este sitio arqueológico y del curso de Arqueología y Epigrafía de Toniná, ha sido reexaminar toda la evidencia epigráfica que pueda servir para reconstruir la historia del mismo.
Tal evidencia, dijo, se coteja con los recientes descubrimientos arqueológicos en Toniná, y con los avances en la documentación y en el desciframiento de los cientos de inscripciones y monumentos que allí se produjeron. “En éstos fueron registrados datos como las fechas de nacimiento, de entronización y de muerte de los principales gobernantes y sacerdotes, además de las guerras y capturas efectuadas durante sus reinados”.
Para ello, concluyó, se han usado técnicas novedosas como la toma de Imágenes de Transformación Reflectiva (RTI, por sus siglas en inglés), que a partir de una secuencia de 80-90 fotografías, permite generar una sola imagen cuya iluminación puede ser manipulada en forma interactiva, registrándose así detalles muy difíciles de captar a simple vista, fundamentales para un desciframiento más preciso de los jeroglíficos.
El nombre de un gobernante maya que hasta ahora no figuraba en la línea dinástica de la antigua ciudad de Toniná, en Chiapas, fue recientemente identificado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), a partir del desciframiento de una serie de jeroglíficos hallados en un fragmento escultórico. Con esta referencia aumentan a 14 los dignatarios registrados del linaje de esa urbe prehispánica que fue enemiga de Palenque.
Así lo dio a conocer el epigrafista Carlos Pallán Gayol, director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya), del INAH, quien explicó que el trozo de piedra contiene una serie de inscripciones en las que se lee el denominativo de K’awiil, referido como señor divino de Po’, nombre original de Toniná y que podría significar “blanco” en una antigua lengua mixe-zoqueana.
Las recientes investigaciones y trabajos de registro de monumentos realizados en la Zona Arqueológica de Toniná, en Chiapas, permitieron detectar en dicho resto escultórico el nombre (parcialmente dañado) de un gobernante que tiene como signo principal la cabeza del dios del relámpago, llamado K’awiil, seguido de otro signo que podría guardar cierta semejanza con una deidad de las tormentas, llamada Yopaat.
Carlos Pallán precisó que el alto rango de este personaje se infiere a partir del emblema que ostenta, con el título de "señor divino de Po’", cuyo uso era exclusivo de los gobernantes. Es posible que corresponda a un individuo masculino, difiriendo así de los nombres de tres señoras previamente identificadas como Ix Winik Timak K’awiil (madre del gobernante 9 de Toniná), Ix Muyal Chan K’awiil, de origen extranjero; e Ix K’awiil Kaan, quien parece haber gobernado en el sitio en el año 722 d.C.
El director del Ajimaya abundó que en coordinación con el doctor Juan Yadeun, encargado del Proyecto Arqueológico Toniná, a partir del estudio de inscripciones se ha podido reconstruir la línea dinástica de esta antigua ciudad maya. “Se trata de un listado que, tras incorporar la nueva evidencia que brinda el nombre glífico de K’awiil, aumentaría a 14 posibles gobernantes, todos asociados con el título de “señor divino de Po’”, y cuyos periodos en el poder abarcan un intervalo de cuatro siglos, que va de 501 a 909 d.C., aproximadamente”.
Pallán anotó que en dicha lista también se incluyen algunos sacerdotes de alto rango que desempeñaron un papel político importante, como Aj Ch’aaj Naah y K’elen Hix, quienes asumieron el control efectivo de Toniná durante momentos particularmente difíciles de su historia, como aquel que siguió a la derrota militar ante Palenque en 687 d.C.
Parte de estos conocimientos fueron dados a conocer recientemente en el taller práctico La historia antigua de Toniná, impartido por Carlos Pallán y Juan Yadeun a un grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), el marco de la conmemoración del décimo aniversario del Museo de Sitio de Toniná.
En ese sentido, el maestro Pallán explicó que uno los objetivos de las últimas temporadas de campo en este sitio arqueológico y del curso de Arqueología y Epigrafía de Toniná, ha sido reexaminar toda la evidencia epigráfica que pueda servir para reconstruir la historia del mismo.
Tal evidencia, dijo, se coteja con los recientes descubrimientos arqueológicos en Toniná, y con los avances en la documentación y en el desciframiento de los cientos de inscripciones y monumentos que allí se produjeron. “En éstos fueron registrados datos como las fechas de nacimiento, de entronización y de muerte de los principales gobernantes y sacerdotes, además de las guerras y capturas efectuadas durante sus reinados”.
Para ello, concluyó, se han usado técnicas novedosas como la toma de Imágenes de Transformación Reflectiva (RTI, por sus siglas en inglés), que a partir de una secuencia de 80-90 fotografías, permite generar una sola imagen cuya iluminación puede ser manipulada en forma interactiva, registrándose así detalles muy difíciles de captar a simple vista, fundamentales para un desciframiento más preciso de los jeroglíficos.
*Fuente. INAH
No hay comentarios:
Publicar un comentario