Miles de fragmentos de cerámica de estilo teotihuacano, con una antigüedad de más de 1,400 años, fueron hallados recientemente por arqueólogos en esa región guerrerense. El descubrimiento indica que la “Ciudad de los Dioses” no sólo tuvo relación con la cultura mezcala, sino también con tepoztecas, cuitlatecas y tomiles que ocupaban esa área
Cerca de seis mil fragmentos de cerámica de estilo teotihuacano, con una antigüedad de más de 1,400 años, fueron hallados recientemente en la Costa Grande de Guerrero por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta). El hallazgo revela que grupos prehispánicos tepoztecas, cuitlatecas y tomiles, que ocuparon esa área, tuvieron interacción con la “Ciudad de los Dioses” y no únicamente con la cultura mezcala como hasta ahora se conocía.
“Se trata de fragmentos de vasijas y cajetes con soportes anulares, algunos de los cuales tienen la efigie de Tláloc, dios de la lluvia, e incensarios tipo teatro, de un estilo netamente teotihuacano que no se habían visto antes en ninguna región guerrerense”, indicó la arqueóloga Rosa María Reyna, quien junto con su colega Elizabeth Galeana exploraron el sitio arqueológico El Embarcadero, donde se registró el descubrimiento.
“Este hallazgo abre nuevas interpretaciones sobre las relaciones de los Teotihuacanos con otras culturas, y al mismo tiempo impulsará más investigaciones sobre los sitios arqueológicos y sus culturas localizadas en la Costa Grande, que es una de las regiones guerrerenses menos estudiadas”, destacó la arqueóloga.
Lo anterior fue dado a conocer por la investigadora en el marco de la IV Mesa Redonda El Conocimiento Antropológico e Histórico sobre Guerrero, que se realiza hasta el 21 de agosto en Taxco, quien destacó que el hallazgo de estas piezas cerámicas, que corresponden al periodo Clásico Temprano (250-650 d.C.), refuerzan las escasas evidencias que se tenían de que la Costa Grande de Guerrero había sostenido relaciones culturales y comerciales con Teotihuacan en una época muy temprana.
“Hasta hace poco se sabía que Teotihuacan había mantenido interacción económica y cultural con la cultura mezcala —que se asentó entre 150 y 650 d.C., en el centro y norte de lo que hoy es Guerrero—, por las máscaras de piedra verde que se han encontrado en la “Ciudad de los Dioses”. Sin embargo, no se sabía de la interacción de los teotihuacanos con otras poblaciones asentadas en esta región de lo que hoy es Guerrero”, indicó la especialista
Rosa María Reyna detalló que luego de un estudio practicado en laboratorios del INAH, por la arqueóloga Gabriela Escamilla, se pudo determinar que 20 por ciento de la cerámica hallada en dicho sitio arqueológico —ubicado en el municipio de Coyuca de Benítez—, tiene un estilo teotihuacano que no se había encontrado en toda la entidad, ni siquiera en la región Mezcala, “lo que indiscutiblemente indica una relación muy cercana entre este asentamiento costeño con Teotihuacan”.
“Algunos de los objetos que no se habían visto son los incensarios tipo teatro, cajetes con soporte anular y vasos con soportes rectangulares, algunos de ellos con la efigie de Tláloc”.
La arqueóloga adscrita al Centro INAH Guerrero, comentó que en sitios de la Costa Grande como Soledad de Maciel y Tambuco, en años anteriores ya se habían encontrado algunos cuantos ejemplares de objetos cerámicos con estilo teotihuacano, principalmente cajetes, sin embargo, no se habían encontrado los incensarios tipo teatro que se localizaron en El Embarcadero.
En el foro académico bianual organizado por el INAH —y donde se reúnen 98 investigadores de diversas disciplinas para dar a conocer los avances de sus estudios sobre Guerrero —, Rosa María Reyna explicó que las regiones de la Costa Grande y la Mezcala se encuentran separadas por la Sierra Madre del Sur, y aunque los vestigios arqueológicos de una y otra son totalmente diferentes, ambos refieren que las dos tuvieron una interacción con Teotihuacan.
“La región Mezcala sostuvo relaciones principalmente comerciales con Teotihuacan, quien se interesó fundamentalmente en las máscaras y figurillas de piedra verde características de dicha región guerrerense.
“Mientras que en la Costa Grande se nota una mayor variedad y riqueza del intercambio comercial y cultural con Teotihuacan, como lo apuntan los miles de fragmentos de cerámica encontrados, y que también revelan que asentamientos como El Embarcadero adoptaron el estilo teotihuacano para producir sus vasijas”.
La arqueóloga abundó que los estudios también indican que muchos de los objetos hallados no fueron importados de Teotihuacan, sino que fueron hechos en esta región de la Costa Grande, con cerámicas locales pero siguiendo el estilo teotihuacano.
Finalmente, Rosa María Reyna señaló que las exploraciones arqueológicas hasta el momento efectuadas en el sitio arqueológico El Embarcadero, refieren que la influencia de la cultura teotihuacana sólo se dio en la producción cerámica, no así en su arquitectura, toda vez que no hay construcciones monumentales como en Teotihuacan.
Cerca de seis mil fragmentos de cerámica de estilo teotihuacano, con una antigüedad de más de 1,400 años, fueron hallados recientemente en la Costa Grande de Guerrero por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta). El hallazgo revela que grupos prehispánicos tepoztecas, cuitlatecas y tomiles, que ocuparon esa área, tuvieron interacción con la “Ciudad de los Dioses” y no únicamente con la cultura mezcala como hasta ahora se conocía.
“Se trata de fragmentos de vasijas y cajetes con soportes anulares, algunos de los cuales tienen la efigie de Tláloc, dios de la lluvia, e incensarios tipo teatro, de un estilo netamente teotihuacano que no se habían visto antes en ninguna región guerrerense”, indicó la arqueóloga Rosa María Reyna, quien junto con su colega Elizabeth Galeana exploraron el sitio arqueológico El Embarcadero, donde se registró el descubrimiento.
“Este hallazgo abre nuevas interpretaciones sobre las relaciones de los Teotihuacanos con otras culturas, y al mismo tiempo impulsará más investigaciones sobre los sitios arqueológicos y sus culturas localizadas en la Costa Grande, que es una de las regiones guerrerenses menos estudiadas”, destacó la arqueóloga.
Lo anterior fue dado a conocer por la investigadora en el marco de la IV Mesa Redonda El Conocimiento Antropológico e Histórico sobre Guerrero, que se realiza hasta el 21 de agosto en Taxco, quien destacó que el hallazgo de estas piezas cerámicas, que corresponden al periodo Clásico Temprano (250-650 d.C.), refuerzan las escasas evidencias que se tenían de que la Costa Grande de Guerrero había sostenido relaciones culturales y comerciales con Teotihuacan en una época muy temprana.
“Hasta hace poco se sabía que Teotihuacan había mantenido interacción económica y cultural con la cultura mezcala —que se asentó entre 150 y 650 d.C., en el centro y norte de lo que hoy es Guerrero—, por las máscaras de piedra verde que se han encontrado en la “Ciudad de los Dioses”. Sin embargo, no se sabía de la interacción de los teotihuacanos con otras poblaciones asentadas en esta región de lo que hoy es Guerrero”, indicó la especialista
Rosa María Reyna detalló que luego de un estudio practicado en laboratorios del INAH, por la arqueóloga Gabriela Escamilla, se pudo determinar que 20 por ciento de la cerámica hallada en dicho sitio arqueológico —ubicado en el municipio de Coyuca de Benítez—, tiene un estilo teotihuacano que no se había encontrado en toda la entidad, ni siquiera en la región Mezcala, “lo que indiscutiblemente indica una relación muy cercana entre este asentamiento costeño con Teotihuacan”.
“Algunos de los objetos que no se habían visto son los incensarios tipo teatro, cajetes con soporte anular y vasos con soportes rectangulares, algunos de ellos con la efigie de Tláloc”.
La arqueóloga adscrita al Centro INAH Guerrero, comentó que en sitios de la Costa Grande como Soledad de Maciel y Tambuco, en años anteriores ya se habían encontrado algunos cuantos ejemplares de objetos cerámicos con estilo teotihuacano, principalmente cajetes, sin embargo, no se habían encontrado los incensarios tipo teatro que se localizaron en El Embarcadero.
En el foro académico bianual organizado por el INAH —y donde se reúnen 98 investigadores de diversas disciplinas para dar a conocer los avances de sus estudios sobre Guerrero —, Rosa María Reyna explicó que las regiones de la Costa Grande y la Mezcala se encuentran separadas por la Sierra Madre del Sur, y aunque los vestigios arqueológicos de una y otra son totalmente diferentes, ambos refieren que las dos tuvieron una interacción con Teotihuacan.
“La región Mezcala sostuvo relaciones principalmente comerciales con Teotihuacan, quien se interesó fundamentalmente en las máscaras y figurillas de piedra verde características de dicha región guerrerense.
“Mientras que en la Costa Grande se nota una mayor variedad y riqueza del intercambio comercial y cultural con Teotihuacan, como lo apuntan los miles de fragmentos de cerámica encontrados, y que también revelan que asentamientos como El Embarcadero adoptaron el estilo teotihuacano para producir sus vasijas”.
La arqueóloga abundó que los estudios también indican que muchos de los objetos hallados no fueron importados de Teotihuacan, sino que fueron hechos en esta región de la Costa Grande, con cerámicas locales pero siguiendo el estilo teotihuacano.
Finalmente, Rosa María Reyna señaló que las exploraciones arqueológicas hasta el momento efectuadas en el sitio arqueológico El Embarcadero, refieren que la influencia de la cultura teotihuacana sólo se dio en la producción cerámica, no así en su arquitectura, toda vez que no hay construcciones monumentales como en Teotihuacan.
*Fuente. INAH
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