sábado, 9 de noviembre de 2013

Caral celebra el 19 aniversario de su descubrimiento con nuevos hallazgos


La ciudad de Caral, considerada la más antigua de América, celebra el 19 aniversario de su descubrimiento en Perú con nuevos hallazgos sobre su traza urbana al tiempo que avanzan los estudios que señalan que el cambio climático acabó con esta civilización con mas de 5.000 años de antigüedad.

Situada en un área desértica al norte de Lima, entre el valle bañado por el río Supe y el litoral del país, el sitio arqueológico, fue declarado por la Unesco como Patrimonio Mundial en 2009.

Con motivo de esta celebración, durante este fin de semana se realizarán diversas actividades que comenzarán hoy con la inauguración del Museo Comunitario de Supe y con la ceremonia de culto a la Pachamama (Madre Tierra) en Caral, que estará iluminada.

El sábado tendrá lugar el "Catu Caralino" (o feria de productos agroecológicos y artesanales de los pobladores de las provincias de Barranca y Huaura); el festival gastronómico "El sabor de mi tierra"; y el festival artístico cultural o "Runa Raymi".

Al cumplirse 19 años desde que las investigaciones sacaran a la luz los restos de esta civilización, que fue contemporánea de la egipcia y la sumeria, la jefa de la Zona Arqueológica Caral, Ruth Shady explicó a Efe que han descubierto una senda a la que han denominado "Calle de Integración Social" porque conecta el área nuclear con un sector de la periferia.

El área nuclear de Caral es el sector principal de la ciudad donde están los edificios públicos más destacados y las viviendas de la elite, mientras que en la periferia se encuentran las viviendas más pequeñas de esta civilización.

En ese sector de la periferia es donde este año han descubierto un edifico público, de menores dimensiones, y una calle que lo conecta con el área nuclear, lo que según Shady demuestra que ambas zonas "han estado en conexión y participando del mismo sistema social y cultural".

La arqueóloga explicó que actualmente están trabajando en once asentamientos lo que pone de manifiesto que esta civilización tuvo "gran prestigio y lo mantuvo por más de 1.000 años" hasta que entró en crisis debido a un "fuerte cambio climático".

Según Shady, en Caral hacia los años 2000-1900 antes de Cristo se produjo un cambio climático que se manifestó primero en terremotos muy intensos, inundaciones muy fuertes a continuación y sequías prolongadas que hicieron que la arena invadiera los campos de cultivo y formara dunas en los valles.

Frente a esta situación "tan crítica donde no había agua en el río y los manantiales se secaron", las poblaciones tuvieron que emigrar o quedarse y morir, aseguró.

Esta es la hipótesis sobre el fin de esta civilización en la que trabaja un equipo multidisciplinario de geólogos y especialistas en ingeniería hidráulica de la Universidad de Florida.

Pero además de promover el conocimiento de esta civilización, actualmente también realizan talleres para fomentar el desarrollo de las poblaciones que vive en el entorno de los sitios arqueológicos.

La arqueóloga también destacó que en el Museo Comunitario de Supe, que se inaugura este viernes, se podrá apreciar la fibra de colores naturales que se ha recuperado de los sitios arqueológicos, donde han descubierto que intervinieron genéticamente diversas plantas y consiguieron cuatro colores naturales de algodón.

En este sentido, Shady explicó que fue una civilización con grandes conocimientos de arquitectura, de ciencia y tecnología, ya que desarrollaron tecnologías antisísmicas gracias a las cuales sus construcciones perduran hasta nuestros días, pese a estar en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona donde se registra casi el 85 % de la actividad sísmica del mundo.

En Caral también han encontrado conjuntos musicales enteros, lo que "demuestra su complejidad" y la importancia que daban a la música para un desarrollo más armonioso de las personas, que aunque se mantuvo en la historia andina se ha ido perdiendo en los últimos años, según Shady.

Entre los instrumentos musicales que se han encontrado figuran 32 flautas traversas, 38 cornetas, 4 antaras y quenas.

Pese a que cada año se incrementa el número de turistas, Shady lamentó que todavía no se le dé el valor que merece a Caral, que de enero de 2003 hasta agosto de este año ha recibido 428.333 visitantes.

Fuente:eldiario.es